La Vicepresidenta Compañera Rosario Murillo, lamentó los acontecimientos de violencia que se registraron este martes en la ciudad de Granada.
Estamos “tristes por los acontecimientos de ayer en la histórica ciudad de Granada, Patrimonio Cultural de Nicaragua, que fue asolada, que fue incendiada como en los tiempos de William Walker, la ciudad de Granada que es un polo de atracción turística para Nicaragua”, expresó Rosario.
Refirió que en la asonada fueron afectados edificios públicos como la Alcaldía, y edificios o casas de trabajo del Frente, pero también una cantidad de negocios de comerciantes de los mercados.
“A todos ellos nuestra solidaridad. A los dueños de negocios que han creído en Nicaragua que no son nicaragüenses, que han venido aquí a instalar cafeterías, a instalar tiendas, y que Dios mediante mantengan su esperanza y su confianza puesta en Nicaragua por esos negocios que dan trabajo, negocios que favorecen el turismo y negocios que representan la posibilidad de las familias de ganarse la vida honradamente, además que brindan servicios a la ciudad de Granada”, expresó.
Cielos nuevos y tierra nueva
17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.
18 Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.
19 Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.
20 No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.
21 Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.
22 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.
23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.
24 Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.
Tras dar lectura a la cita bíblica del Libro de Isaías, Rosario dijo que “nos sentimos de reconfortados cuando leemos esas promesas de Dios Nuestro Señor, de crear cielos nuevos y tierra nueva, para que vivamos como hermanos, para que sigamos levantando nuestras oraciones con fe, a Dios nuestro Señor, por la paz y la reconciliación en nuestra nación”.
“Nosotros sabemos que en Nicaragua hemos tenido 11 años de paz y que estamos encaminados a recuperar, a través del diálogo, a través del encuentro de saber escucharnos esa Paz, esa tranquilidad, esa seguridad, en la que nos habíamos acostumbrado a vivir las madres, las niñas, los niños”, indicó.
Manifestó que nos habíamos acostumbrado a vivir en Paz, con tranquilidad, con seguridad y que habíamos perdido la costumbre del conflicto y la costumbre de la inseguridad, pero ahora suceden tragedias como la violación de una niña de 10 años, que sucedió este martes.
Sin embargo, recordó, “lo que no hemos perdido nunca es la fe, y por eso desde la fe nosotros nos convocamos a trabajar todos unidos como gran familia nicaragüense para reencontrarnos con buen corazón”.
“Sabemos que con fe y con Dios, no hay imposible, que vamos a recuperar esta Nicaragua de Cristianismo, de devoción, de oración, esta Nicaragua de bendición, esta Nicaragua que debe ser de prosperidad y victorias, y la vamos a recuperar en nombre de Jesús”, agregó.
Estamos convocados a unirnos como misioneros de paz
Rosario dijo que la mayoría de nicaragüenses ya hemos dicho basta, “y nos hemos congregado en comisiones de paz en todo el país, comerciantes, productores, líderes sociales, religiosos, a trabajar con vocación como misioneros de paz”.
“Eso es lo que tenemos que hacer. Nos sobra la capacidad de amar en nuestra Nicaragua. Nos sobra capacidad de comprometernos como hermanos a vivir como familia para que todos ganemos. Cuánta gente ha perdido tanto, y no solamente personas de un signo político, muchas personas de distinto signo político han perdido, están perdiendo. Todos hemos perdido porque hemos perdido la paz. Por eso nos convocamos a unirnos por la paz, a unirnos como misioneros de paz todos los días y a ser posible lo que Dios nuestro Señor a dispuesto para Nicaragua, que abunden regalos y que nosotros tomemos esos regalos de Dios y los convirtamos en las nuevas realidades, en los cielos nuevos y en la tierra nueva que Dios nos promete para Nicaragua”, explicó.
Para ello, “es imprescindible reconocer la ruta de seguridad, de encuentro de trabajo y paz, y recorrerla todos juntos. Con Dios no hay imposibles, y Dios es justo”, sostuvo la Compañera.
“Aquí estamos todos empeñados en una lucha espiritual, porque tenemos que sacar todo el tiempo fuerzas de flaquezas, reconocernos como seres espirituales más allá de nosotros mismos en nuestros entusiasmos o pasiones, o en nuestra naturaleza humana que comete errores; reconocer nuestra fuerza espiritual y disponernos al perdón, por ejemplo. Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Como base, como mensaje, como compromiso y como realidad en esta Nicaragua que todos queremos”, agregó.