El Presidente de la Republica Comandante Daniel Ortega Saavedra y la Vicepresidenta Compañera Rosario Murillo, presiden el acto de la XXIII Graduación de Cadetes Mujeres y Hombres del Centro de Estudios Militares del Ejército de Nicaragua “General de División José Dolores Estrada Vado”, que se realiza en el Centro de Convenciones Olof Palme.
El acto de graduación es dedicado al General de Brigada Julio César Ramos Argüello y participan el Comandante en Jefe del Ejército, General Julio César Avilés Castillo, el jefe del Estado Mayor, Mayor General Bayardo Ramón Rodríguez Ruiz, el Inspector General, Mayor General Marvin Elías Corrales Rodríguez, La Ministra de Defensa, compañera Martha Elena Ruiz Sevilla; el Director de la Policía Nacional, Primer Comisionado Francisco Javier Díaz Madriz; el Director del Centro Superior de Estudios Militares “General de División José Dolores Estrada Vado” Coronel de Infantería Mario José Osorio.
También asistieron el cuerpo de generales y oficiales superiores del Ejército de Nicaragua, miembros de la Jefatura Nacional de la Policía, Agregados de Defensa, Militares Navales y Aéreos Adjuntos y Jefes de Misiones Militares acreditados en Nicaragua, tenientes de infantería y tenientes de corbetas, graduandos y docentes.
El Comandante Daniel en compañía del Jefe del Ejército, General Julio César Avilés Castillo, hizo entrega de los diplomas a los tres primeros expedientes, tenientes Larry Geomar Flores Gutiérrez, Jairo Moisés Uriarte Álvarez, Lenox Zapata Hernández y el graduado distinguido Laureano Liz Ávila del Ejército de la República de Guatemala.
En esta ocasión se graduaron 56 cadetes: 51 varones, 5 mujeres y el cadete de intercambio educativo originario de Guatemala.
El Comandante Daniel Ortega, antes de realizar las palabras de clausura, realizó la promesa de ley a los graduados, subrayando que cada uno de ellos ya están encarnados con la patria del cacique Diriangén, del General José Dolores Estrada, del General Benjamín Zeledón y del General Augusto C. Sandino.
“Aquí a nuestro pueblo, a ustedes familias nicaragüenses les presentamos y les entregamos para encarnarse en el pueblo, a como ya están encarnados, a 56 nuevos oficiales del ejército de Nicaragua, de ellos 51 varones y 5 mujeres. Y a ustedes queridos hermanos les felicitamos a ustedes y a su familia”, dijo el Comandante Daniel Ortega al tomar el juramento por la patria y nuestros héroes nacionales.
Gaspar García Laviana se fundió con el pueblo
En sus palabras recordó que el General de Brigada Julio César Ramos participó de la lucha revolucionaria que lideró el FSLN para derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza.
“Viene de la lucha, viene de la batalla por la independencia, por la autodeterminación, por la soberanía de nuestra patria, ahí se forjó Julio Ramos, en la misma batalla en la que un día como hace 40 años cayó en combate otro comandante guerrillero Gaspar García Laviana, un cura que llegó de Asturias hasta Nicaragua, se fue fundiendo con el pueblo, se fue encarnando con el pueblo, con los campesinos en particular y luego incorporándose abiertamente, sin dobleces, incorporándose a la batalla por la liberación de nuestra patria”, destacó el Presidente, al recordar la gesta del padre Gaspar García Laviana.
Indicó que Gaspar, un 11 de diciembre dio el paso a la inmortalidad al caer en combate en el sector de Río Mena, en el municipio de Cárdenas. Recordó que junto a Gaspar pasaron a otro plano de vida otros jóvenes.
“Y con él en ese mismo sitio, en ese mismo punto, en ese combate cayeron Luis Arróliga, Hernán Guzmán y Ricardo Cárdenas. Se estaba forjando ahí el acero, se estaba forjando el Ejército de Nicaragua, ahí se estaba forjando en esas batallas que se dieron por toda nuestra patria, enfrentando a un Ejército impuesto por la intervención yanqui, enfrentado a un ejército que fue organizado por la intervención yanqui, cuyos primeros mandos superiores eran altos oficiales, generales del ejército norteamericano y donde fueron incorporando luego a nicaragüenses, entre ellos al que luego de asesinar a Sandino, lo dejarían como jefe del Ejército, a Anastasio Somoza García, un ejército que ellos dejaron instalado en Nicaragua para controlar a este país, una patria sin soberanía, sin autodeterminación, sin independencia, sometida a la dominación del imperio yanqui”, señaló.
Añadió que a los presidentes norteamericanos se les hablaba de las barbaridades que cometían la dictadura de Somoza y los oficiales que eran entrenados en las bases que tenían en Panamá, cuando eran dueños del Canal de Panamá, se les entrenaba para torturar y asesinar.
“Así formaban a los oficiales en la época de la dominación yanqui, que cuando le comentaban a los presidentes norteamericanos lo que estaba pasando, uno de ellos llegó a decir con toda tranquilidad, ‘es un hijo de perra, pero es nuestro hijo de perra’ efectivamente era el hijo de ellos, de un imperio que se ha caracterizado por la barbarie, que en la carrera por ver quién lanzaba primero —o tenía lista y luego lanzaba—, la bomba atómica, compitieron con Hitler y lanzaron la bomba atómica, asesinando a más de 250 mil ciudadanos, niños, ancianos, jóvenes, mujeres, allá en Hiroshima y Nagasaki”, dijo.
Calificó esa acción “como una acción brutal de terrorismo, un acto que es condenable y que sigue recibiendo la condena de los pueblos y ciudadanos dignos del planeta y difícilmente hay gobiernos que aplaudan el lanzamiento de esas bombas atómicas”.
Subrayó que ese el imperio que se instaló en Nicaragua después de múltiples intervenciones, “se instaló y logró sostenerse durante casi 45 años y al hijo de Somoza que luego fue presidente, el que fue que derrocamos, en esa lucha estaba nuestro hermano Julio Ramos, en esa batalla, a ese hijo de Somoza, Anastasio también con su nombre, el otro Luis, al otro lo hizo presidente, lo dejó preparado para que fuera presidente y lo dejó en la Asamblea Nacional, en el congreso entonces, en el senado, habían dos cámaras y a la muerte de Somoza García, entonces Anastasio Somoza Debayle pasó a ocupar la jefatura de la Guardia Nacional y antes lo había mandado a formarse a West Point y allá lo recibieron lógicamente, le dieron la formación preparándolo y ahí fue cuando Luis Somoza paso a ocupar la presidencia del país, o sea un hijo en la presidencia de Nicaragua y el otro al frente de la guardia”.
El Presidente Daniel Ortega recordó que la dictadura somocista apoyada por el imperio norteamericano cometió muchos crímenes contra el pueblo que no claudicó hasta lograr el triunfo el 19 de julio de 1979.
“Y cuántos crímenes cometieron contra el pueblo, cuántos crímenes, cuánto dolor, cuánta sangre, cuántas torturas, cuántas desapariciones, incontables sus muertes y daños, incontables y finalmente se dio la liberación el 19 de julio de 1979 y ahí venía en las columnas victoriosas del pueblo, venía el compañero Julio Ramos”.
Resaltó que el General de Brigada Julio Ramos trabajó como buen soldado, en muchas tareas que le fueron asignando en el Ejército, siendo una fundamental, la fundación del Centro Superior de Estudios Militares.
Sostuvo que cada joven militar que se gradúa en este centro, honra al General Julio Ramos al dedicarle la promoción “honor a quien honor merece”. Saludó a cada uno de los participantes en esta graduación.
“La mejor batalla que se puede ganar es aquella donde no se dispara ni un tiro, eso dicen los grandes maestros en el Libro de la Guerra, la mejor batalla, porque de qué sirven poderosos ejércitos como el que existía aquí hasta el año 1979, bien armado para la época, bien entrenados por la potencia norteamericana, si lo que le imponía al pueblo era dolor, sufrimiento, una guerra contra el pueblo permanente y al final al pueblo no le quedó más alternativa que la lucha, una lucha que significó dolor, muerte, o sea, costó sangre la libertad de Nicaragua y después de esa victoria del pueblo la potencia norteamericana en lugar de respetar y reconocer el cambio profundo que se había dado en nuestro país vino con una nueva guerra contra Nicaragua, a imponer más dolor, más luto, más sangre, buscando como alcanzar una victoria militar, apostaban a tomar territorio nicaragüense, ocupar territorio nicaragüense, instalar un gobierno provisional y luego entrar las tropas norteamericanas para dominar nuestra patria y ahí la resistencia del pueblo y el Ejército al frente, y el Ministerio del Interior, y la juventud nicaragüense, dando las batallas en condiciones difíciles, pero siempre con una gran dignidad y una gran seguridad en la victoria y al final se alcanzó la paz”, mencionó el líder sandinista”, dijo el jefe de Estado.
Con la paz se logró progreso y desarrollo
Señaló que, al consolidarse la paz en el país, esto representó un gran significado para las familias que por primera vez tuvieron la oportunidad de tener seguridad y estabilidad y con esto se logró combatir la pobreza y extrema pobreza, lo que provocó crecimiento económico y la realización de proyectos que nunca antes se habían desarrollado en el país.
“Hasta el milagro que dentro de poco tiempo estaremos inaugurando la carretera que unirá la zona del Caribe sur con el Pacífico, donde hoy ya se puede llegar por la carretera que está terminándose (…) ya se puede llegar hasta Bluefields, antes para llegar a Bluefields o era por avión o era por el río, cuánto se ha logrado avanzar”, dijo.
El valor de la Paz
El Comandante Daniel Ortega destacó el hecho que se ha logrado avanzar en tiempos de paz y con un Ejército trabajando para la paz y a la vez garantizando la defensa de nuestro territorio, garantizando la defensa de nuestra soberanía, de nuestra autodeterminación. Y uniendo esfuerzos con todas las instituciones y con la Policía Nacional en la batalla contra el narcotráfico y el crimen organizado. Y hacer de Nicaragua un punto de contención de ese flagelo que tanto daño hace a muchas naciones hermanas, y aquí mismo, a pueblos hermanos vecinos de Nicaragua.
“Cuánto daño, cuanto dolor, cuanta muerte todos los días provocada por ese flagelo. Ahí está el valor de la paz”, subrayó.
Recalcó en el hecho de cómo se ha sabido defender la integridad territorial de nuestro país con inteligencia y con firmeza, combinando la inteligencia y la firmeza, a la fuerza que le da al país, a la nación, el derecho
“Porque siempre hemos tomado el camino del derecho para defender nuestro territorio. Siempre hemos acudido a la Corte Internacional de Justicia de la Haya para defender nuestro territorio y luego acatar lo que mande la corte respetando lo que manda la corte. Y esto le ha dado a Nicaragua una gran seguridad, una gran estabilidad y una gran fortaleza, más allá de la mala voluntad que puedan tenernos algunos que quisieran que no se respetaran los fallos de la Corte Internacional de Justicia de la Haya”, subrayó.
El Presidente Comandante Daniel Ortega reiteró que la paz es fundamental. Recordó que este año 2018 se ha conmemorado el centenario de la primera guerra mundial, “¿Qué se logró con esa guerra? Destrucción, muerte enfrentados por intereses egoístas, los países que intentaban dominar al mundo, para dominar la economía, y ¿Qué dejó la segunda guerra mundial? También tragedia, dolor, muerte, después del engendro que significó Hitler, llegó al gobierno en Alemania, finalmente con el respaldo de grandes empresas norteamericanas y grandes empresas alemanas. Y luego vino el terror, el expansionismo, la ocupación, la persecución, el racismo, el asesinato masivo de millones de judíos y en medio de esa violencia, de ese dolor que sacudía en particular a los pueblos europeos y que sacudía al mundo, los Estados Unidos participaron de la guerra para enfrentar a Hitler, y está bien, el problema es que se aprovecharon de la guerra para lanzar las bombas allá en Hiroshima y Nagasaki”.
Guerras, dolor y pobreza
Dijo que las guerras dejan siempre dolor, en primer lugar, en los pueblos que sufren de esa guerra, que sufren de esa violencia y luego afectan la economía y al afectar la economía afectan también los programas sociales por la destrucción que se va multiplicando en medio de una guerra.
“Por eso es tan importante, vital, fundamental defender la paz. Y por eso es que hoy, aquí estamos más convencidos que nunca de la importancia de la paz. Paz, estabilidad, seguridad, para que, para poder retomar el camino que traía Nicaragua, de crecimiento económico, de bienestar social, la paz es fundamental”, remarcó.
“Ya vemos, si seguimos las noticias en el mundo nos vamos a dar cuenta que cuando hay inestabilidad, cuando hay seguridad cuando hay violencia, cuando esta se multiplica por múltiples razones, en cualquier país del mundo, muy poderoso que sea, entonces inmediatamente se afecta la seguridad de las personas”.
Se refirió a la noticia ocurrida hace pocas horas en Francia, en Estrasburgo, ciudad francesa, “todo indica que es un acto de terrorismo, en un lugar donde está un ambiente y un mercado navideño. Ya entrada la noche en Estrasburgo, apareció un tipo y empezó a disparar. Mató a dos personas, hirió a seis. ¿Y qué tuvo que hacer el gobierno? Llamar inmediatamente a la población de Estrasburgo a que no se movieran de su casa, o del lugar donde se encontrasen, que no se movieran, que se quedaran ahí. Se paraliza la actividad social, cultural, festiva, el trabajo, todo se paraliza cuando hay terror, cuando hay terrorismo, cuando violencia, cuando hay guerra y lo vemos, a la vista está todo lo que está sucediendo y aconteciendo en el mundo y en el mundo desarrollado y también en el mundo en vías de desarrollo, la violencia como que está agazapada lista a manifestarse en cualquier momento a la vuelta de la esquina”.
¡Cómo hay que cuidar la paz!
Añadió que eso es que hoy más que nunca tenemos que valorar los nicaragüenses lo que es la paz, lo que ha significado para Nicaragua ese tránsito después de la guerra del año 1990 hasta el año 2018, un tiempo de paz, donde desde del 2007 al 2018 logramos avanzar con mayor velocidad todavía, logramos desarrollarnos con mayor impacto en favor de los sectores populares, de la gente empobrecida y llevando beneficios para los nicaragüenses.
“¡Cómo hay que cuidar esa paz! ¡Cómo hay que consolidar esa paz!, y ustedes queridos oficiales que se han graduado esta tarde, esta noche el 11 de diciembre de 2018, son soldados de la paz, de un Ejército de Nicaragua que es un ejército de la paz, pero que tiene también la firmeza la fortaleza, la preparación que debe tenerla precisamente para garantizar la paz. Tiene esa fortaleza y tiene la convicción de los que son sus deberes para defender la soberanía y la integridad de nuestro país y con ellos defender la paz también contribuyendo como lo hace en el combate contra el narcotráfico, el crimen organizado que es una batalla por la paz. Y ustedes se incorporan jóvenes en las diferentes direcciones, ya lo decía el General Avilés, unos irán a las fuerzas terrestres, otros a las unidades aéreas, otros a las unidades navales, cada quien, en su especialidad, cumpliendo con su deber para servirle al pueblo nicaragüense”.
Finalmente felicitó al General, al Comando del Ejército, al jefe de la escuela, a la academia que, “con su esfuerzo, con su dirección hacen realidad la formación de estos jóvenes, jóvenes oficiales para la defensa de la paz, que tanto aprecia, que tanto anhela, el pueblo nicaragüense. Felicidades para ustedes y para sus familias y que ¡Viva el Ejército de Nicaragua!”.