El Cardenal Miguel Obando y Bravo externó su saludo a la madre nicaragüense y manifiesta que “debemos honrar a nuestras madres todos los días y de manera constante, cumpliendo con el cuarto mandamiento de la Ley de Dios”.
Su Eminencia, expresó que “la palabra madre evoca amor, cariño, comprensión, entrega, sacrificio, bondad y ternura porque los brazos de las madres siempre se abren para abrazar, consolar y proteger como escudo”.
“Dios concede a la madre los dones del espíritu santo para conducir a la familia, con el don de la sabiduría para ver las cosas de acuerdo a la visión de Dios, inteligencia para comprender el plan del Señor y fortaleza para ser la columna espiritual de su hogar”, resaltó el Cardenal Miguel.
El pastor de la paz y la reconciliación, Miguel Obando y Bravo, pide a Dios que derrame copiosas bendiciones sobre todas nuestras madres y que María Santísima, madre de Dios y madre nuestra, cubra a las madres con su manto maternal.