Su Eminencia Reverendísima, Cardenal Miguel Obando y Bravo, expresó que en estos 30 años de vida cardenalicia, siempre pidió a Dios que le ayudara en el cumplimiento del deber, tanto a su persona como a los que han colaborado con él.
El líder religioso dijo que entre las tareas más difíciles de su vida sacerdotal, están las que desarrolló cuando sirvió de mediador en la toma del Palacio Nacional y la toma de la casa de Chema Castillo, momento en que pidió ayuda a Dios para evitar derramamiento de sangre.
Recordó que el papa Juan Pablo II, fue quien lo nombró primer cardenal de Nicaragua en 1985, y aseguró que el pontífice, quien fue su amigo, quería muchísimo a Nicaragua y siempre donde había un nicaragüense exclamaba ¡Nicaragua!
“Siempre que nos encontrábamos con el papa Juan Pablo II, me decía: ¿Cómo va Nicaragua?, y yo le contaba lo que sucedía. Casi siempre participamos en su mesa de almuerzos y cenas, y también en la eucaristía”, compartió el Cardenal Miguel.
Como a eso de las 02 de la madrugada del sábado 25 de mayo de 1985, me anunciaron que me habían nombrado Cardenal y le dí las gracias al Señor, recordó el cardenal Miguel Obando.