El Canal de Panamá cumple 100 años. Pero las necesidades del comercio mundial urgen a la creación de una ruta marítima más amplia y moderna, por lo que se planea construir una vía interoceánica alternativa.
Una obra titánica. Un canal interoceánico de 278 kilómetros de longitud, 105 de los cuales pasan por el lago Cocibolca. El ambicioso proyecto nicaragüense cuenta con un presupuesto previo de construcción de más de 50.000 millones de dólares, que ya ha sido asignado a la empresa china HKND.
Para ejecutarlo se necesitarán más de 50.000 trabajadores y una maquinaria diseñada especialmente para ello. «Es un reto para nosotros porque tampoco tenemos todo ese personal capacitado para las tareas que se necesitan para ejecutar la construcción del proyecto, entonces tenemos un reto, tenemos un trabajo muy activo con universidades de Nicaragua, con el Consejo Nacional de Universidades para preparar a los estudiantes de cara no solo a la construcción, sino también a la operación del canal», dice Laureano Ortega, asesor de la agencia de promoción de inversión en Nicaragua, Pro Nicaragua.
Un canal, al servicio de la naturaleza
De hecho la complejidad y el gran costo del proyecto se explican parcialmente porque se escogió una ruta con un menor impacto en el medio ambiente. Un ejemplo de esta actitud es la creación del lago artificial Atlanta, para evitar la salinización de las aguas dulces.
«Nosotros pensamos que este megaproyecto, partiendo de que el canal debe estar al servicio de la naturaleza y no la naturaleza al servicio del canal, creemos que es una oportunidad para la restauración ambiental del territorio, creemos que da una oportunidad muy valiosa para el ordenamiento de este territorio», asegura el ambientalista Camilo Jesús Lara Bermúdez, miembro de la comisión de Desarrollo del Canal de Nicaragua.
Perspectivas comerciales para Nicaragua
El Canal de Nicaragua será tres veces más largo que el de Panamá y dará una nueva vida a la economía de las áreas que atraviesa. Sus numerosos proyectos complementarios podrían convertir a Nicaragua en un núcleo comercial para toda la región.
Es aquí en la zona de Rivas donde según el proyecto se creará un megacentro logístico. Tan solo a unos kilómetros de la costa del lago Cocibolca se construirá el mayor y más moderno aeropuerto de América Central, que tendrá la destacada categoría 4E que permite recibir grandes aviones de carga y de pasajeros como, por ejemplo, Airbus 380 o Boeing 777.
La capacidad aproximada del nuevo aeropuerto sería de un millón de personas y 22.000 toneladas de mercancías. Un punto más a favor del país en calidad de centro de tránsito.
El puerto Brito ahora no es nada más que una pequeña aldea de pescadores, pero gracias al proyecto del gran canal crecerá la zona con uno de los mayores puertos de aguas profundas de todo el mundo. Esa área de la costa del Pacífico será una auténtica joya de la corona de las rutas del gran canal, dado que en esa también se desarrollará una zona de libre comercio y numerosos complejos turísticos.
Una de las principales ventajas de esta infraestructura, comparada con la panameña, será su posibilidad de atender buques de mayor tonelaje. De hecho, en un futuro, los grandes barcos de carga de última generación simplemente no podrán pasar por el antiguo trayecto. El tránsito por Nicaragua será la única alternativa para el transporte global de mercancías y acaparará buena parte del tráfico marítimo mundial.
«Si comparamos por ejemplo un buque que va de una costa a otra en EE.UU. por Panamá, y si lo hiciera en Nicaragua, el mismo buque, con solo pasar por Nicaragua se ahorraría más de 900 kilómetros. Eso tiene impacto económico para la empresa y también para los usuarios de los productos que son transitados por allí. Si navega menos, va a consumir menos combustible y va a contaminar menos. Aunque el proyecto requiere muchas inversiones y esfuerzos, es una brillante oportunidad para hacer de Nicaragua un país económicamente más próspero y con bajo nivel de pobreza», opina Telémaco Talavera, ingeniero y miembro de la comisión de Desarrollo del Canal de Nicaragua.
Garantía de prosperidad para Nicaragua
«El canal y el efecto multiplicador, sobre todo el efecto multiplicador de la economía nicaragüense, va a llevar a doblar nuestra economía, doblar los ingresos gubernamentales, cortar a la mitad la pobreza extrema del 14% al 7%. Y llevar al 25% de nuestra población a salir del sector informal, que es abrumadoramente mayoritario actualmente», dice Paul Oquist, secretario ejecutivo de la Comisión del Proyecto de Desarrollo del Canal de Nicaragua.
En opinión del analista político Jorge Capelán, «lo que estamos observando es un dramático cambio en el mundo en todas las correlaciones de fuerzas económicas y políticas en el mundo que necesariamente implican nuevas rutas de comercio. El comercio en el mundo multipolar no puede desarrollarse dando la vuelta por el sur, o por el polo norte».
El lanzamiento del proyecto está programado para diciembre, cuando se hará el primer dragado de una vía que, si todo marcha bien, marcará una época.