La campaña nacional «Juventud, Divino Tesoro» ha brindado hasta el 7 de septiembre un total de 2,624,726 atenciones en salud a adolescentes y jóvenes, desplegando un amplio rango de acciones para garantizar un futuro más sano y seguro para ellos.
Uno de los logros más significativos ha sido la vacunación de 842,310 adolescentes y jóvenes contra enfermedades potencialmente mortales como la COVID-19, influenza y tétanos.
Así mismo se llevaron a cabo 357,112 conversatorios, dirigidos por la red de jóvenes, centrados en la prevención del consumo de sustancias nocivas como tabaco, drogas y bebidas energizantes.
Al mismo tiempo, 330,719 jóvenes fueron beneficiados con charlas educativas que promovieron hábitos de nutrición saludable y la relevancia del ejercicio físico.
La salud reproductiva no se quedó atrás. 251,969 jóvenes se sometieron a chequeos médicos, incluidos chequeos de mamas y tomas de papanicolau. Además, 237,239 jóvenes recibieron consejería sobre planificación familiar y métodos anticonceptivos.
Con la creciente influencia de las redes sociales en la vida moderna, 152,896 adolescentes y jóvenes compartieron experiencias y estrategias sobre cómo usar estas plataformas para promover la salud y prevenir la violencia.
Los esfuerzos de la campaña también incluyeron pruebas de VIH para 124,158 jóvenes, y valoraciones médicas especializadas para 87,031 adolescentes y jóvenes embarazadas. Un total de 57,296 jóvenes embarazadas fueron educadas sobre los signos de alerta durante el embarazo.
Como resultado de esta monumental campaña, 18,743 jóvenes se han sumado a la red de promotores de salud, reflejando un crecimiento en la conciencia y participación activa de los jóvenes en cuestiones de salud.
La campaña «Juventud, Divino Tesoro» no es solo un programa de salud; es una muestra de cómo el país valora y protege a sus jóvenes, garantizando que tengan las herramientas y el conocimiento necesarios para llevar vidas saludables y productivas.