Mikkel Friis-Holm, director de la fábrica danesa de chocolates Friis-Holm Chokolade A/S, hace unos días expresó a Ricardo Alvarado, embajador de Nicaragua en Finlandia, que el cacao nicaragüense es el mejor del mundo.
Asimismo, miembros de la Organización Internacional del Cacao felicitaron al Gobierno del Presidente Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo por el trabajo realizado con este sector, así como por la calidad del cacao nicaragüense.
La semana pasada, al referirse a un informe de la Comisión Internacional del Cacao, la Compañera Rosario señaló: “Dicen que tenemos un cacao fino, extraordinario…”. Igualmente, la compañera manifestó que a través del Sistema de Producción, Consumo y Comercio, es necesario proponerse el trabajo de cuido y preservación de nuestro cacao.
Mikkel Friis-Holm y miembros de la Organización Internacional del Cacao, entre muchos otros expertos, conocen bien la calidad excepcional y alcance del caco nica, alcance que trasciende la estratósfera. Esta última afirmación no es fantasiosa, se fundamenta en un hecho real.
En septiembre pasado, la prensa internacional reportó que el Dr. Andreas Mogensen se convirtió en el primer danés en viajar al espacio. El astronauta de la Agencia Espacial Europea (AEE), despegó el día 02 de ese mes desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), a bordo de la nave rusa Soyuz TMA-18M, junto con los astronautas Aidín Aimbétov y Sergei Volkov, para cumplir una misión de 10 días.
Como se recordará, hace unos meses la astronauta italiana Samantha Cristoforetti, la mujer que ha permanecido más tiempo en el espacio, tomó fotografías de Nicaragua desde la EEI. Recientemente, nuestro país acogió la VII Conferencia Espacial de las Américas (CEA).
En su estancia en el espacio, el astronauta Mogensen organizó una cena para los nueve miembros de la tripulación de la EEI, en la que el menú incluyó una sorpresa preparada por el chef danés Thorsten Schmidt: un chocolate llamado “roca espacial», por asemejarse a los meteoritos.
Según diversas fuentes, Thorsten Schmidt, conocido como el ‘Alquimista Nórdico’, tuvo seis semanas para organizar y preparar la comida que se ofreció en dicha cena, la que tenía que estar lista y empacada en abril pasado y, además, aprobada por las autoridades de las agencias espaciales involucradas en la misión.
Cuando Schmidt se percató de la existencia de nueva máquina de café en la EEI, decidió preparar algo dulce, que hiciera juego con el café, junto a su ex colega y amigo Palle Sørensen, medallista del Campeonato Mundial del Chocolate. Así fue como Schmidt y Sørensen confeccionaron para cada astronauta una pequeña “roca espacial” de chocolate, cada una llevando en su interior un papelito con un mensaje de la familia de cada tripulante. “Queríamos crear un momento personal para cada astronauta, sorprenderlos gratamente», declaró Thorsten a la prensa.
Posteriormente, medios daneses como el Vores grønne Lejre (Nuestros Campos Verdes), dieron a conocer que el chocolate utilizado para la preparación de las “rocas espaciales” fue provisto a Palle Sørensen por Mikkel Friis-Holm.
El embajador Alvarado se comunicó con el Dr. Mogensen y, por su parte, Mikkel Friis-Holm confirmó al diplomático que el chocolate empleado fue “The Lazy Cocoa Grower’s Blend”, elaborado con cacao nicaragüense, variedad La Dalia 70%, el que fue descrito por Palle Sørensen como “fantástico”.
Quizás este suceso podría parecer ficcional, lo cierto es que es real y ultraterrestre, en el que el cacao nicaragüense, variedad La Dalia, hizo las delicias de la tripulación en la Estación Espacial Internacional, saludando el mes de la Patria de Darío y de Sandino con un nuevo reconocimiento para Nicaragua, esta vez desde el mundo ingrávido, a una distancia de 400 kilómetros por encima de la superficie de nuestro planeta.