Durante la celebración de la misa en ocasión del 101 aniversario de la aparición de la Virgen de Fátima, el Cardenal Leopoldo Brenes realizó una oración y la Consagración de Nicaragua a la Virgen de Fátima.
“Sé que en todas las parroquias de nuestra arquidiócesis en este día tienen toda una jornada de oración, algunos ya la han comenzado a las cinco de la mañana, me han llamado para decirme Monseñor ya hemos iniciados esta jornada de oración, otros la eucaristía la están celebrando, otros van a tener actividades por la tarde, por eso yo los invito que unidos al Papa Francisco, que ha estado muy, pero muy cercano a nosotros, casualmente el día viernes recibí un mensaje de parte de él, donde nos invitaba a seguir adelante, a seguir promoviendo el diálogo, a seguir evitando las confrontaciones porque la violencia, venga de donde venga, venga de donde venga la violencia tiene que verdaderamente desaparecer, pero va a desaparecer desde un corazón convertido, no de las palabras, no, del corazón, por eso pediremos a nuestra Madre La Santísima Virgen María que nos conceda ese deseo grande de ella, la paz, la paz en nuestros corazones en primer lugar, por un corazón no pacificado no va a promover la paz, un corazón pacificado, una familia pacificada, una comunidad pacificada de esta forma vamos todos a pacificar nuestro país”.
Pidió a la feligresía rezar a la Virgen de Fátima “y mirándola a Ella, podamos comprometernos y podamos decirle Madre Santísima yo me comprometo hoy a rezar el Santo Rosario, yo me comprometo hoy junto a tu hijo a sembrar esa semillita de la paz, comenzando en mi mismo, comenzando en mi familia, comenzando en mi comunidad y que se extienda a toda la nación”.