La embajada de Nicaragua en el Reino de Suecia participó de un encuentro entre el cuerpo diplomático de ese país y el Primer Ministro de Suecia, Sr. Stefan Löven, y la Ministra de Relaciones Exteriores, Sra. Margot Wallström, quien valoró positivamente los avances del Gobierno Sandinista en Nicaragua y principalmente la labor de la Compañera Rosario Murillo Zambrana, Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía.
Esta labor incansable de la Compañera a favor de las familias nicaragüenses, demuestra el rol de la mujer en Nicaragua, algo de vital importancia para Suecia, país donde la igualdad de género es un tema nacional y de Política Exterior, explica en un informe el compañero Francisco Chavarría, representante de nuestro ante el país europeo.
Durante la reunión, las autoridades suecas compartieron su perspectiva de la crisis migratoria en Europa, particularmente en Suecia, que los ha obligado a establecer controles fronterizos y de reglas de asilo más estrictos.
Una encuesta de Sifo, realizada inmediatamente después que el gobierno anunció la medida, revela que el 70 por ciento de los suecos está a favor de una legislación más estricta, señalaron.
El gobierno sueco presentó un nuevo paquete de medidas para endurecer las condiciones para los solicitantes de asilo y aumentar los controles fronterizos con el fin de frenar la oleada de refugiados de los últimos meses.
«Suecia ya no es capaz de acoger a peticionarios manteniendo el alto nivel de hasta ahora. Me duele decirlo», dijo en rueda de prensa el primer ministro, Stefan Löfven, quien habló de una «situación insostenible» y de un «desarrollo dramático».
El paquete de medidas, que estarán vigentes durante tres años, establece permisos temporales para todos los refugiados salvo los del sistema de cuotas de reparto y limita también el derecho a reagrupación familiar, además de endurecer los requisitos económicos para poder mantener a los familiares.
Los controles fronterizos provisionales, restaurados hace dos semanas, incluirán todo el transporte colectivo que llegue a Suecia y no sólo como hasta ahora los trenes que conectan Copenhague con Malmoe (Suecia) y las rutas marítimas desde Alemania.
Löfven anunció una inminente reunión con los partidos de la oposición de centroderecha, con los que consensuó hace un mes una primera reforma de las reglas de asilo y que previsiblemente le darán el apoyo necesario al Gobierno rojiverde.
«Hemos acogido a 80 mil personas los últimos dos meses, lo que equivaldría a 25 millones en un año en la Unión Europea. Suecia es un pequeño país que hace un esfuerzo enorme», afirmó Löfven, quien reclamó una solución conjunta a nivel comunitario.
Suecia, el país de la UE que más refugiados per cápita acoge, espera hasta 190 mil peticionarios en 2015, según el último cálculo de la Dirección General de Migraciones, que ha tenido que recurrir a barracones, antiguas cárceles, escuelas y campamentos de tiendas de campaña para alojarlos y ahora estudia usar barcos y plataformas.
«Es una decisión terrible», aseguró entre lágrimas la viceprimera ministra, la ecologista Åsa Romson, quien justificó que su partido siga en el Gobierno, pese a las críticas internas, porque si no habría riesgo de que se aprobaran medidas «aún más horribles», apuntando a las presiones de la oposición.