Quedar viuda y luego sufrir un derrame cerebral fue lo más difícil que le tocó enfrentar a la abogada Marina López, quien tuvo que resurgir desde un profundo abismo con la responsabilidad de salir adelante junto a sus dos hijas.
López sabía que la vida pone a prueba a cualquier persona para no perder la Fe y reinventarnos para luchar y salir adelante, ya que a raíz de su derrame quedó incapacitada para volver ejercer su profesión, por lo que se refugió en la elaboración de piñatas.
“Tenía que comer, vestirme y hacer algo por mí y mis hijas y fue esa necesidad la me obligo a descubrir un talento que estaba callado en mis manos y mi imaginación”, contó Marina.
La mujer empezó a elaborar piñatas desde hace 10 años, en su casa ubicada de los semáforos del Bóer, media cuadra abajo, en el barrio Francisco Meza.
Su Taller y elaboración de piñatas, ha sido su sustento, pero lo más importante para ella es que le permitió descubrir el talento de sus manos.
Mariana expresó que emprender su negocito ha sido una gran oportunidad, por lo que cada piñata que elabora le pone mucho esmero, sentimientos y agradecimiento a Dios porque a través de sus manos e ideas ha sacado adelante a su familia.
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