Ahora, un nuevo estudio realizado por un equipo del University College de Londres ha tratado de investigar las misteriosas causas de la ausencia del báculo o hueso del pene, ese elemento óseo en los varones humanos, y lo que han descubierto es que la culpa puede ser de la monogamia.
En el caso de primates como los chimpancés o los bonobos, conocidos por su promiscuidad, el báculo les permite aparearse forma sucesiva con diferentes parejas.
Pero, en lo que respecta al linaje humano, los investigadores han descubierto trazas de la pérdida de ciertos fragmentos del ADN que pueden estar relacionados con la desaparición de dicho hueso.
Según los autores del estudio podría tratarse de una estrategia evolutiva para favorecer los comportamientos monógamos de nuestra especie, y así crear el clima necesario que se necesita para forjar relaciones más complejas y estables que sirvan para sacar adelante a las crías humanas.