Tereza Burki, de 47 años, se encontraba en búsqueda del hombre de sus sueños, por lo que acudió a una agencia de citas en la que pagó un equivalente a 16 mil dólares.
La mujer divorciada y madre de 3 hijos quería encontrar un caballero sofisticado, que trabajara en el sector financiero, y llevara un estilo de vida de “persona adinerada”, y además que no estuviera en contra de viajar por todo el mundo.
Es por ello que, una corte londinense declaró culpable a la agencia de «hacer promesas sin prestar bienes».
Al observar acertadamente que los «requisitos no eran modestos», el juez señaló que los directivos de la empresa engañaron a Burki al asegurar que en la agencia había un «número sustancial» de hombres que los cumplían, cuando en realidad en la base de datos de la agencia había apenas un centenar de miembros activos.
«Si la señora Burki hubiera sabido el verdadero tamaño de la membresía activa, no se habría apuntado en Seventy Thirty», afirmó Parkes.
Ahora, la mujer recibirá los 16 mil dólares, que pagó en 2013 junto a 630 dólares por daños psicológicos.