Con frecuencia, se pone un peso excesivo en el valor del aspecto físico para seducir a otra persona cuando en realidad, existen muchas habilidades que suman valor en el proceso de seducción.
Por ejemplo, la simpatía es un arma de seducción muy eficaz que muestra el encanto natural de quien tienes unas excelentes habilidades sociales, capacidad para tomar la iniciativa en la organización de planes, una conversación divertida e ilusión sincera por conocer gente nueva.
Una persona simpática es la perfecta anfitriona en una fiesta porque con su actitud da la bienvenida de una forma natural y abierta a los demás.
La simpatía tiene un poder especial durante el proceso de seducción y de conquista porque cualquier persona se siente muy bien y cómoda junto a alguien que es agradable en el trato.¿Cómo desarrollar la simpatía en el proceso de seducción?
1. En primer lugar, sé observador para poder aprender de otars personas a las que admiras por su actitud carismática. También puedes tomar como punto de inspiración algunas películas observando los roles de cada personaje.
2. Utiliza con frecuencia el nombre de la otra persona en tus diálogos porque para una persona su nombre es síntoma de autoestima y de valor único.
3. Utiliza un lenguaje positivo, reduciendo al máximo el número de críticas o de comentarios negativos. Una persona simpática es aquella que aporta luz en su lenguaje.
4. La simpatía también se refleja a través del lenguaje corporal. Por ejemplo, una sonrisa es un regalo que haces a otra persona que se siente muy bien al recibir este gesto.
5. Mira a los ojos de la otra persona de una forma intermitente para no resultar invasivo en su espacio. Habla con seguridad en ti mismo utilizando un tono pausado.
6. Anímate a proponer planes a la otra persona de una forma espontánea.