¿Qué tal si comenzamos cambiando el color de nuestro cabello? Pero primero es necesario que te tomes un tiempo para elegir bien el color de tinte y esto lo lograrás guiándote del tono de tu piel.
Por ejemplo, para las mujeres de piel blanca, un cabello de tono miel y marrón cobrizo les irá genial. Estos tonos los puedes usar juntos, a manera de mechas, para darle más dimensión y volumen al cabello.
Por otro lado, si eres de piel rosada un tinte rojizo o borgoña te quedará excelente ya que resaltará el color de tu piel y así jamás pasarás desapercibida.
Y si eres una mujer de rasgos latinos con piel beige o amarilla, entonces lo tuyo son los tonos caramelo combinados con unos reflejos o mechas californianas rubias para darle calidez al rostro.
Por último, si tienes una piel morena, entonces no dudes en teñir tu cabello de color chocolate o terracota. Pero si deseas un cambio radical y entonces el color cereza te hará ser el centro de atención.
Si ya sabes qué color te va mejor entonces el segundo paso es elegir un tinte que no maltrate tu cabello.