¿En momentos de estrés o distracción tiene la costumbre de ‘tronarse’ los dedos’? Aunque parece ser una práctica bastante usual, es perjudicial para las articulaciones de las manos.
Investigadores de la Universidad de California han señalado que al realizar esta acción «es como si hubiera fuegos artificiales explotando en la articulación».
Para llegar a esta conclusión, utilizaron ultrasonidos al momento de crujirse los dedos y así establecer exactamente lo que ocurre en la anatomía interna.
Asímismo, colegios de fisioterapeutas de País Vasco, Galicia, Madrid, Navarra y Catalunya han alertado que esta práctica desgasta de forma innecesaria las articulaciones y los ligamentos y tendones a su alrededor.
«Aunque a corto plazo podemos notar una cierta liberación, a largo plazo se nos genera un desgaste en la articulación y en el resto de estructuras que la rodean», explican.
Los gases que rodean las articulaciones – oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno – evitan que los huesos se desgasten. Al tronar los dedos, los gases explotan en forma de burbujas y se escucha el sonido característico.
«Hacer crujir los dedos no es bueno porque, al hacerlo, movilizamos una articulación que ya tiene más movimiento del que debería tener y aumentamos su desequilibrio», sentencian los fisioterapeutas.