Madurez emocional: Estar con un hombre mayor presupone que tienen una cierta madurez emocional que garantiza el no tener que lidiar con vaivenes de Peter Pan. Esta madurez también ayuda al momento de gestionar las posibles peleas o malentendidos en la pareja.
Experiencia vital: Ellos tienen más experiencia en la vida, y cuando se atreven a opinar de algo que sucede en la tuya no lo hacen por molestar sino porque han pasado por algo similar. Así que, podrías aprovechar estos conocimientos para lidiar con alguna cosa que puedas pasar. Además, esos conocimientos hacen que sean más interesante las conversaciones.
Estabilidad: Al llegar a cierta edad, el ser humano busca cierta estabilidad. La vida bohemia que llevas a los 20 la vas dejando al llegar a los 30, aunque no es muy seguro de que estabilidad sea la correcta. No obstante, si lo que buscas es un hombre bien asentado en la vida, eso se puede llevar a un equilibrio emocional.
Experiencia sexual: Un hombre mayor que sigue en forma físicamente puede convertirse fácilmente en un dios del sexo, ese que llevas tiempo buscando. La vida sexual en pareja con un hombre mayor es de lo más enriquecedora porque tiene muchas vivencias acumuladas. Los secretos del sexo los tiene el que los ha buscado durante toda una vida.
Independencia: Si algo caracteriza a los hombres mayores en la relación de pareja es la necesidad de tener espacios independientes. Las parejas de siameses son más propias de la urgencia de la juventud y que te deje tu espacio vital, sin celos y sin presiones es una de esas situaciones ideales en el amor.