La seductora: Si no viste “Lo que el viento se llevó” pues es hora de verla, si bien es ejemplo de mujer fuerte e independiente, pero todo queda en el olvido cuando recordamos su egoísmo, interés y sus caprichos.
Rompe matrimonios: Scarlett Johansson se lleva las palmas por este papel. Su sensualidad es peligrosa. No le interesa meterse en un matrimonio y vida de los demás para conseguir lo que desea. Recuerda puedes querer llegar a tus metas pero no pisoteando los sentimientos de los demás.
La insegura: De este tipo te da muchas señales de que en verdad quiere algo contigo, pero al final solo quieren ser tu “amiga”. Y termina haciendo clic con otra persona.
La que nunca tiene la culpa: Ver a Leonardo DiCaprio junto a Kate Winslet fue mágico, y esperábamos un final feliz. Pero la ambición de esta mujer lo arruinó todo. De este tipo mujer es mejor no convertirnos, porque culpar a los demás de nuestros fracasos es fácil. Es mejor asumir nuestros problemas y resolverlos.
Ambiosa: Cate Blanchett se vio tan cruda en este papel de Jasmine. De estas hay que tener cuidado, tiene elevada la ambición a décima potencia, sumado a una situación metal algo complicada.
Cautivadora: Al inicio te hace creer que es un angel, pero con el tiempo es fría o distante. En serio señoritas, somos mejores para terminar con estas chicas.
La obsesiva: Glenn Close en “Atracción fatal” es un buen ejemplo en lo que no debemos convertirnos. Si las señales dicen que no, es no. Obligar a alguien a que deje todo por ti lo alejará más de ti.
La controladora: Esta es la peor de todas, porque puede poner todo en tu contra y quedar como la víctima. Es mejor pensar antes de convertirnos en una de estas. Sino mira Rosemund Pike, en Perdida.