Ok, aceptémoslo. Todas nos hemos negado nuestros sentimientos a nosotras mismas, y es lo peor. La razón principal por la que lo hacemos es porque creemos que si nos mentimos lo suficiente, eventualmente la mentirá se hará realidad. Desafortunadamente, no es tan fácil.
Duele. Realmente duele. Pero muchas de nosotras hemos creado un sistema de negación para ayudarnos a lidiar con la falta de interés del objeto de nuestro afecto.
Así que, hay ocho mentiras que cada mujer debe decirse a sí misma para poder superar cada una de las etapas del rechazo:
1. Negar que alguna vez existieron sentimientos
Esta mentira comienza el mismo trágico día que tu pseudo-media mitad te dijo que te alejaras un poco porque él no está interesado en salir contigo. Tu respuesta inmediata será actuar calmada aunque una bomba haya explotado en tu interior. “Oh, bien. No hay problema”. Pero eso no es lo que realmente estás pensando. “¡¿ES BROMA?! ME AMAS; ME AMARÁS. ¡¿POR QUÉ NO MEAMAS?!”
Te irás de su departamento con el corazón pesado y secarás un par de lágrimas de tus mejillas antes de decirte a vos misma, “Da igual. Solo estoy llorando porque me avergonzó el asumir que me gustaba. Nunca dije que me gustaba, y la verdad es que no me gusta. Era una persona agradable para salir a veces, pero nunca me gustó. ¿Por qué habría de gustarme?”
2. Dices que tampoco querías algo serio
“¿Una relación? ¿Contigo? JÁ. No quiero una relación con nadie, menos contigo. Me amo a mí misma más de lo que podría amar a alguien más, así que ¿por qué estaría intentando salir contigo? También pensé que esto era algo casual…” “De todas formas estoy mejor soltera”, piensas. Pero de repente te encontrarás preguntándote a ti misma cómo ha sido posible que él no viera lo maravillosa que eres.
3. Exageramos completamente “lo imbécil que él era”
La noche siguiente, tus amigas y vos están reviviendo los acontecimientos. Tienes que explicar: “Sinceramente, el tipo era un imbécil. Era tan mal educado conmigo. ¿El sexo? No sé, bien, supongo. Pero nunca le preocupó mucho si yo lo disfrutaba o no… Lo sé, ¿cierto? Tan poco considerado”.
Mientras tanto, sabes que lo que acabas de decir es una mentira gigante… y que él fue una de tus mejores parejas sexuales de la vida. Y te sientes amargada porque ya no puedes tenerlo, pero está bien porque sin importar lo que haya pasado, ÉL ERA LO PEOR.
4. Puedes tener sexo casual porque ya “lo superaste”
Habrán pasado unos pocos días más y te encontrarás en este raro período de limbo. Sabes que te gusta pero también sabes que él no tiene ninguna intención de tener una relación seria. Luego contemplas le posibilidad de ser amiga con beneficios: Podría hacerlo, totalmente. Es solo sexo. Algo puramente físico.
Todo lo que debo hacer es recordarme que esto es un deseo humano que la naturaleza ha impuesto sobre mí contra mi voluntad. El que tengamos sexo no significa que estaré más enganchada de él. Tú y todo tu circulo cercano de amigas saben que continuar teniendo sexo con él te volverá 10 veces más psicópata acosadora de lo que ya eres con este tipo.
5. Él no se está acostando con nadie más
Ahora ya te has vuelto más racional y te has admitido a ti misma que el sexo casual puede ser peligroso y que probablemente no terminará en algo positivo, motivo por el cual has avanzado a una de las mentiras favoritas. Ahora te dices a ti misma que él no está involucrándose con nadie más: “No es posible que se esté acostando con ella, ¿verdad?”
6. Pretender que ha muerto
Sabes que él probablemente está durmiendo con otras mujeres. Así que la explicación más lógica en el camino a tu recuperación es que él ha muerto. Sí, tu antiguo amante tuvo una trágica y dolorosa muerte y es todo muy triste. Esto explica también la falta de comunicación entre ustedes.
7. Quizás él y vos puedan ser amigos
Han pasado tres o cuatro semanas y ahora has reconocido que él se ha levantado de la tumba, o que quizás nunca murió, por lo cual quizás hay un potencial de que ustedes aún puedan ser amigos. Las personas pueden tener sexo y seguir siendo amigos, ¿cierto? Eso no es raro, y definitivamente no va a ser incómodo. ¡No te pondrás celosa! JÁ. ¿QUÉ ES SENTIR CELOS? ¡A ti no te pasa eso! Tú eres la mujer más relajada del mudo. Tú… “¿Dónde está en esa foto? ¿Quién la tomó? Oh. ¿Cómo la conoció?”
8. “Da igual, ya lo superé”
Han pasado dos meses y finalmente te das cuenta que no pueden ser amigos porque, simplemente, no funciona. Así que le dices a todas tus amigas y a ti misma lo superada que estás. Ya lo superé, de verdad. No. No me importa que él esté en una cita. Es el peor. ¿Era bonita? Soy más bonita que ella, ¿verdad?.