La seguridad no se trata de volverse las más sabias personas sino de aceptar lo que somos, todo lo bueno y todo lo malo, con la convicción de querer ser cada día la mejor versión que podamos de nosotras mismas.
1. Se conocen a sí mismas
Una mujer que conoce sus defectos puede trabajar sobre ellos para mejorarlos… Y una mujer que conoce sus virtudes puede incrementarlas. Conocernos es súper importante para saber de qué somos capaces, cuáles son nuestros límites y dónde podemos empujar un poco más para salir adelante.
2. Saben decir que no
Uno de los grandes aprendizajes de la vida es aprender a decir que no. Supongo que llega un poco con la edad, un poco con la madurez y las experiencias de vida y otro tanto caemos en cuenta de que la vida es muy corta como para hacer cosas que uno no quiere hacer.
3. Escuchan
Una mujer segura de sí misma no tiene que probarle nada a nadie y por eso puede darse el lujo de escuchar más de lo que habla. Escuchan el mundo que las rodea para saber cómo moverse mejor en él.
4. No se conforman
Conociéndote sabes lo que no te gusta y aprendes a decir que no… y vas por lo que buscas. Una mujer que sabe que tiene todas las herramientas que necesita para hacer lo que quiere no se conforma con menos de lo que espera.
5. Piden ayuda
Conocer tus capacidades no quiere decir que no necesites de los demás… quiere decir que sabes lo que puedes ofrecerle a otros y que sabes lo que necesitas pedir.
6. Están en paz con sus sentimientos
Una mujer segura de sí misma sabe que no puede controlar sus emociones ni sus sentimientos pero que puede controlar cómo reaccionar ante ellos. Sentir enojo, tristeza, decepción es humano, no es sinónimo de debilidad… Dejarse vencer por esos sentimientos es lo que no podemos permitirnos.
7. Saben colocar las culpas
Una de las grandes lecciones de la vida es entender qué es culpa nuestra y qué no y vivir acorde. Encontrar el equilibrio entre tomar responsabilidad de nuestros actos y saber qué cosas no podemos controlar liberándonos de culpas ajenas.
8. Son un apoyo para los demás
Cuando encuentras esa fuerza interna para enfrentarte al mundo, cuando estás en equilibrio entre tus emociones y tus acciones, cuando entiendes que eres un ser humano con defectos y cualidades, te vuelves una referencia para los demás, un pilar en el que otros pueden recargarse y tomar ejemplo. Y las chicas seguras de sí mismas siempre tienen una mano extendida para ayudar a quién lo necesita seguras de que en algún momento pueden ser ellas las que necesiten ayuda.