1.- Peínalas: Ya sea que utilices tu cepillo de dientes con mucho cuidado o el que utilizas para peinar tus cejas. Con esto las separarás para que no se agrupen y se vean menos.
2.- Rizador adecuado: Utilízalo antes de aplicarte cualquier cosa en ellas, pues si lo haces cuando ya tienen rímel corres el riesgo de que se quiebren y no se vean naturales.
3.- No te excedas con el rímel: En cuanto saques el cepillito del envase, quita un poco de él y enseguida aplícatelo. Así evitarás que se les hagan grumos y se vean mucho más empalmadas y cortas.
4.- Hazlo de manera suave: Aplicar tu rímel tiene que ser lo más lento posible, pues si lo haces rápido no podrás hacerlo de manera uniforme y quedarán espacios que faltan por pintar mientras que otros se verán exagerados.
5.- Que te ayude el delineador: Si no tienes muchas pestañas, haz una línea delgada en el párpado superior, esto dará el efecto de que son más abundantes. Asegúrate de llenar cada espacio que hay entre las pestañas.