#1 Tu pelo estará menos grasoso
Las dos primeras semanas pueden ser un poco difícil, pero con el tiempo tu cabello detendrá la producción de sebo usada para compensar la sequedad causada por el shampoo.
#2 No tendrás puntas abiertas
Como te lo vas a lavar con menos frecuencia, tus cutículas sufrirán menos los estragos causados por la fricción a la que sometemos el pelo cuando lo lavamos.
#3 Tendrás más volumen
El champú acaba con los aceites naturales y para compensar esa pérdida usamos productos químicos que en realidad lo que hacen es reducir el volumen de la melena.
#4 El color durará más tiempo
El tono de tu pelo se daña por la repetición de los lavados, además reducirás la frecuencia en la que te lo tiñes.
#5 Será más sencillo peinarte
Te será más fácil peinarlo con diferentes estilos. La grasita ayuda a que sea más manejable.