1. Loción facial refrescante: Prepárate un café cargado. Viértelo en cubetas de hielo y guárdalo en el congelador. Cuando esté listo limpia tu rostro con los hielos de café aplicando suaves masajes circulares. Esta preparación actuará como un tonificador y calmante natural con acción refrescante sobre tu piel, evitando así la aparición de ojeras y arrugas.
2. Loción bronceadora: Si lo que deseas es un bronceado natural sin tener que exponerte a químicos extraños o simplemente ahorrar un poco y obtener el tono que siempre has deseado, incluso en invierno; solo necesitas lo siguiente: granos de café molidos, media taza de sal, una cucharadita de vainilla y cuatro cucharadas de aceite de oliva. Mézclalo todo y aplícalo sobre la piel con suaves movimientos, déjalo actuar durante una hora y tendrás un bronceado ligero que podrás repetir hasta obtener tu tono perfecto.
3. Mascarilla para el cabello: Mezcla dos yemas de huevo, una cuchara de ron, dos cucharitas de agua tibia, una cucharada de café molido y un chorrito de aceite vegetal. Aplícalo sobre el cabello y déjalo actuar por 5 minutos. Una vez listo, enjuaga con agua tibia y disfruta del brillo natural que esta mascarilla le ha devuelvo a tu cabello.
4. Crema antiarrugas: Diluye una cucharada de harina de centeno en café cargado frío. Revuélvelo hasta que tenga una consistencia espesa. Luego agrégale una yema de huevo y amasa con cuidado. Al terminar aplica la mezcla en el rostro, espera 15 minutos, enjuágala y sorpréndete con los resultados.