Da lo mismo cuál es tu edad y cuánto tiempo tengas con tu pareja, sólo tienes que entender una sola cosa al momento de compartir tu vida con otra persona: la familia y los amigos son tanto o más importantes que tú.
Porque es mejor hacer el amor y no la guerra, la regla de la diplomacia es ceder y muchas veces morderse la lengua si es necesario; finalmente la tolerancia y el respeto es lo que lleva al éxito de toda relación.
Los amigos de él fueron, son y serán parte importante en su vida
Si te invitan a un encuentro social donde van a estar los amigos de siempre, solo tienes una alternativa: adáptate o simplemente morirás en el intento. No te enrolles y trata de hacer que el momento fluya sin forzar ninguna situación; comparte, conversa e intégrate al grupo y olvídate de hacer algún tipo de pataleta, de lo contrario quedarás como la villana de la película.
Por más que quieras, NO trates de cambiar a tu pareja
¿Crees en el príncipe azul y en la perfección de sus costumbres? olvídalo; tu fantasía incumplida te condenará a una constante frustración. Aunque sí creo que las personas siempre evolucionan, en el caso de los hábitos que odies desde el comienzo de la relación, por más que trates de adiestrar a tu hombre, te llevarán a una vida cargada de peleas y malos ratos. La forma más inteligente es aprender a aceptar a tu compañero con sus defectos y virtudes.
A los hombres no les gustan las “niñas”
Una mujer adulta debe actuar siempre como tal. Eso es lo que los hombres quieren ver en ti. Puedes jugar a hacerte la inocente, la niña sexy, a la escolar o todo aquello que las fantasías como pareja les guste hacer, pero si estás con amigos, a solas, en la calle o donde sea, lo único que un hombre espera es que actúes con la madurez propia de una mujer. Por ende están excluidas las pataletas de niña mimada, las escenas de celos, las peleas sin justificación, hacerse la víctima, y menos hacer estos actos en público; si no tienes motivos válidos para actuar de esta manera entonces ¡NO LO HAGAS! Este actuar solo te llevará derecho al borde del abismo.