1. Cambios bruscos de peso. Tanto subir de peso como perderlo puede traer como consecuencia una pérdida de tonicidad de la piel.
2. Sedentarismo. Al permanecer horas frente a la computadora, las fibras cutáneas, los músculos y el organismo se acostumbran y aparece la flacidez muscular, corporal y cutánea.
3. Bajo consumo de proteína. No te olvides de consumirla, la encuentras en carnes magras, pollo sin piel, lácteos y huevos.
4. Comer harinas y azúcares. Alimentos con azúcar refinada y harinas dañan el colágeno de la piel y, por ello, tu tejido se endurece y oscurece.
5. Desvelarte. Es uno de los peores daños que puedes hacerle a tu piel. Trata de dormir de 8 a 9 horas diarias y antes de dormir bebe un vaso con agua para evitar la inflamación.
6. Fumar. Este mal hábito provoca envejecimiento precoz en la piel, lo cual supone que con 30 años ésta aparentará tener 10 años más.
7. Cero actividad física. No es necesario que estés inscrita a un gym, puedes subir y bajar escaleras, caminar 30 minutos diarios, hacer una serie de sentadillas o andar en bicicleta.
8. Exceso de grasa. Los depósitos de grasa sobrante distienden la piel que los recubre hasta conseguir una total falta de tono.
9. No tomar agua. Beber agua es indispensable para mantener la piel hidratada y tonificada. Hidrátate con dos litros al día.
10. No consumes alimentos ricos en vitaminas y minerales. Éstos contribuyen a retrasar los cambios cutáneos que se reflejan con la edad, debido a su alto contenido en antioxidantes.
11. Exposición al sol. Hacerlo sólo acelera el proceso de envejecimiento, por eso te recomendamos usar bloqueador solar que contribuye a reducir la producción de colágeno.