Trucos para estudiantes universitarios que quieren ahorrar tiempo al redactar la tesis

En ocasiones, sentarse frente al ordenador a escribir conociendo la tarea que se tiene por delante puede ser frustrante y difícil. Enfrentarse a un gran cuerpo de texto para resumir y además ser capaz de analizarlo para darle una visión propia es una tarea titánica para los estudiantes.

A eso se suma que la tesis es, en muchas carreras, el momento cúlmine y el gran desafío que se interpone entre ellos y la titulación. Todo este combo forma un cóctel explosivo que hace que muchos estudiantes en Nicaragua sientan parálisis por análisis antes de empezar a darle vida a sus palabras.

Usar la tecnología a favor del estudiante

Haruki Murakami estaba en un partido de beisbol el día que decidió ser escritor. Llegó a su casa y se puso a escribir su primer cuento, a mano y en japonés. Después de eso mandó su manuscrito a un concurso sabiendo que, si se perdía, esa era su única copia. El texto era tan bueno que quedó seleccionado y así comenzó su carrera literaria. 

Aunque desde esa anécdota a nuestros días pasaron varias décadas, hay gente que todavía piensa que sentarse a escribir tiene que ser de esa manera. Esperar la inspiración divina y, con papel y lápiz, darle de corrido hasta que el texto esté terminado.

La verdad es que, a pesar de que a Murakami le haya resultado en su momento, hay técnicas mucho más eficientes. Por ejemplo, usando un software que transcriba de voz a texto online para evitar que el tecleo constante corte la velocidad de los pensamientos. 

Herramientas para resumir

Otras aliadas para los estudiantes pueden ser las herramientas de inteligencia artificial, que ayudan a resumir grandes cuerpos de texto en pequeñas unidades. De esta forma, hacen que los libros gordos sean más «digeribles». 

Aunque la más conocida es ChatGPT, cada día se desarrollan nuevas aplicaciones destinadas principalmente al uso estudiantil. Un ejemplo es Notebook LM, una aplicación online de Google que sirve para hacer resúmenes. La novedad de Notebook es que permite hacer un podcast de 10 minutos de duración sobre cualquier cuerpo de texto con el que se alimente a la herramienta. 

La mala noticia es que esta función solo está disponible en inglés, ya que todavía se encuentra en una etapa de desarrollo y prueba. Los estudiantes que tengan un nivel avanzado de la lengua de Shakespeare podrán aprovecharlo sin problemas, aún cuando los textos a resumir estén en español.

Enfrentarse a la hoja en blanco con coraje

En los talleres de escritura se habla de «romper el blanco», lo cual funciona como una hermosa metáfora de lo que significa sentarse a escribir y poner las primeras palabras. El nacimiento del texto es uno de los momentos más importantes de la redacción, ya que es lo que desencadena todo lo demás, lo que sigue después.

Un truco para desafiar al puntero parpadeante es empezar escribiendo cualquier cosa. Literalmente, cualquier cosa. Puede que quieras contar una historia o que se te ocurra un chiste, tal vez sea simplemente escribir las palabras «estoy bloqueado porque…» 

Poner los dedos y el cerebro en funcionamiento ya es un paso. De la misma forma que nadie pretende levantar una pesa de 50 KG sin haber hecho un precalentamiento, no esperes escribir tus mejores líneas el primer día de escritura. Escribir es reescribir y eso implica releer, corregir y editar sucesivas veces los mismos párrafos.

Usar el método Pomodoro

No, no estamos hablando de echar salsa de tomate por encima de tu tesis. Esta técnica de gestión del tiempo se llama así porque fue ideada en 1980 por Fancesco Cirillo, justamente mientras cursaba la universidad, y su temporizador tenía forma de tomate. Era de los clásicos que se usan en la cocina italiana para calcular el tiempo de cocción de la salsa. 

Cirillo sugiere dividir el tiempo de trabajo en intervalos de 25 minutos, sin interrupción ni distracciones, y añadir tiempos de descanso de 5 minutos. Así, se van estableciendo metas más cortas y se mejora la productividad en general.

Por ejemplo, puedes proponerte redactar dos páginas de corrido en 25 minutos y luego tirarte a descansar 5 minutos o dar un breve paseo por la habitación. Eso ayuda a mantener la concentración y dar lo mejor de cada serie de trabajo. 

Dejar respirar a los textos

Así como los mejores vinos necesitan respirar, también los textos necesitan que les dé el aire algunos minutos. Por eso, una recomendación frecuente para redactores y escritores es, una vez que se haya terminado de escribir, darle un tiempo a aquello que se redactó.

Lo más común es salir a dar un paseo o esperar a la mañana siguiente para hacer la relectura. Abandonar el texto durante un tiempo nos hace poder mirarlo con una nueva perspectiva, con otros ojos. Si intentas hacer esto con tu tesis podrás ver que al día siguiente aparecen errores de sintaxis o de ortografía que no habías notado anteriormente. Incluso puede pasar que se te ocurran nuevas ideas o mejores formas de expresar cada idea.

Ahorrar tiempo al redactar una tesis es posible con las herramientas y técnicas adecuadas. Usar softwares de transcripción de voz a texto disponibles en Nicaragua, apoyarse en resúmenes automáticos con IA y aplicar métodos como el Pomodoro, puede facilitar la organización y reducir el bloqueo creativo, mejorando así la productividad.