En distintos hogares del barrio Santa Ana Norte, los devotos elaboraron hermosos altares para esperar la visita de la milagrosa imagen de Fátima, y pagar algunos milagros recibidos, como en el caso de doña María Solís.
La celebración del Día de la Virgen de Fátima tuvo su origen en una serie de apariciones que tres niños pastores, Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto afirmaron haber tenido en Fátima (Portugal), entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.