Monseñor Eddy Montenegro se sumó a las expresiones de condena y rechazo contra las acciones promovidas por elementos que, aprovechando las tinieblas de la noche, rafaguearon la caravana de buses que llevaba a sus hogares a decenas de nicaragüenses que celebraban la Fiesta Nacional del 19 de Julio.
Montenegro subrayó que en la actual Nicaragua solamente cabe la paz y la tranquilidad de las familias.
“No hay duda que hay un dolor sentido en la patria porque se ha roto el camino que se ha venido trabajando, trazando para construir la paz, el desarrollo y hoy que se enluta estas familias de estas hermanas y hermanos nicaragüense se enluta la familia nicaragüense”, sostuvo el prelado de honor de su Santidad San Juan Pablo II.
Lamentó que exista gente que vive planeando situaciones que promueven muerte, pero a su vez daba gracias a Dios, que la inmensa mayoría de nicaragüenses están optando por el amor, por la paz y la seguridad.
“Condenamos estos hechos y exhortamos a la población a hacerlo de una manera fuerte. Hay que parar todo que signifique violencia para poder continuar. Detrás de todo estos actos hay lógicamente pensamientos malévolos que tratan de enturbiar la vía del desarrollo y progreso que hemos emprendido los nicaragüenses”.
También pidió a las autoridades policiales esclarecer lo más pronto este hecho, para tranquilidad de las familias que siempre está apostando por la Paz.
Agregó que en este momento de la historia de Nicaragua, todo aquel que tome el camino de la violencia está censurado por todo el pueblo.