Muchos dicen que en los casinos la casa siempre gana, pero hace más de una década, en la primavera de 2014, una de las mayores estrellas de Hollywood demostró tener la habilidad suficiente como para demostrar que esa afirmación no es del todo cierta.

Esa noche, después de que un gigante del entretenimiento como lo es el Hard Rock Hotel & Casino de Las Vegas fuese puesto en jaque por el actor, provocó que detuvieran su partida con una mítica frase: «gracias por jugar, pero no más».
Y así fue como Ben Affleck fue vetado por una de las mesas de blackjack por, insólitamente, ser demasiado bueno.
Un juego de habilidad en la ciudad del pecado
Una de las ventajas del blackjack online es que no tendremos que ser expulsados por esta razón, pero, cuando nos encontramos en un casino físico, la realidad es tan diferente que incluso puede parecer sacada de una de las películas de Affleck.
Para este momento, el actor había consolidado su estatus de Hollywood y se encontraba en la cima de su carrera con actuaciones memorables, incluida su aclamada interpretación del Caballero Oscuro, la que para muchos es una de las mejores trilogías de la historia. Y para este momento se encontraba disfrutando de unas breves y merecidas vacaciones en La Ciudad del Pecado junto a su entonces esposa, Jennifer Garner, buscando un respiro del ajetreo de la industria cinematográfica.
Affleck abiertamente ha reconocido que tiene una especial fascinación por los juegos de cartas, por lo que se sentó en una de las mesas de altas apuestas de blackjack del Hard Rock. Y ciertamente no era un novato, ya que su destreza en el póker y otros juegos era bien conocida en ciertos círculos. Pero esa noche, su talento brillaría con una intensidad tan grande que terminó por incomodar a sus anfitriones.
No pasó mucho tiempo antes de que los vigilantes, entrenados para detectar patrones inusuales de juego, notaran que Affleck no solo estaba ganando, sino que lo hacía con una consistencia que levantó sospechas. Y tras una observación más minuciosa y un análisis de su patrón de apuestas, llegaron a la conclusión de que el actor estaba contando cartas.
Así fue como un miembro del equipo de seguridad se acercó a su mesa y, en lugar de una escena violenta, le transmitió un mensaje tan halagador como contundente.
Las fuentes de la época afirman que las palabras fueron algo así como: «eres demasiado bueno en este juego». Acto seguido, se le informó que era bienvenido a disfrutar de cualquier otro juego en el casino, pero que sus días en las mesas de blackjack del Hard Rock habían terminado. De por vida…
¿Qué es el conteo de cartas y por qué es una técnica casi prohibida?
Es importante aclarar un punto importante sobre este incidente y es que contar cartas no es ilegal, pues no infringe ninguna ley federal o estatal en Nevada, ni en la mayoría de las jurisdicciones donde el juego es legal. Sin embargo, para los casinos, esta estrategia es la antítesis de su modelo de negocio.
La técnica es realmente compleja, y consiste en llevar un registro mental de las cartas altas y bajas que ya han sido repartidas para así lograr predecir con una mayor probabilidad si las siguientes favorecerán al jugador o al crupier. De esta forma, el jugador tiene la oportunidad de apostar más fuerte cuando la ventaja está de su lado.
Pero los casinos, cuyo modelo de negocio se basa en una ventaja matemática a largo plazo, un contador de cartas eficaz como es el caso de Affleck es una amenaza directa para sus ganancias. Y, así pues, muchos casinos se suelen reservar el derecho de admisión y le pueden prohibir la entrada (o la participación en ciertos juegos) a cualquiera que consideren un «jugador de ventaja».
La versión de Affleck: «me tomé el tiempo de aprender»
Lejos de intentar ocultar el incidente o presentarlo bajo una luz negativa, fue el propio Ben Affleck quien abordó lo sucedido con total franqueza. Un par de meses después del evento, en una entrevista pública, el actor compartió su perspectiva sobre la experiencia. Allí, comentó con notable honestidad cómo se había dedicado a estudiar y comprender a fondo el juego del blackjack.
«Me tomé el tiempo para aprender el juego y convertirme en un jugador decente», declaró. «Y en el momento en que me volví decente, los casinos me pidieron que no jugara al blackjack».
Por suerte, para todos los involucrados, no fue necesario hacer un escándalo mientras varios gorilas de seguridad lo sacaban a la fuerza. Tan solo bastó con un mensaje corto pero claro y contundente. Affleck reaccionó a la situación con tranquilidad, con una mezcla de orgullo y resignación, pues, realmente, la habilidad de Affleck, digna de un guion de cine, resultó ser demasiado real para la ciudad construida sobre el azar.