La nicaragüense Fátima Zamora Pérez, de 41 años de edad, murió asfixiada luego de ser enterrada viva por dos dominicanos que le robaron el dinero que había ahorrado para comprar un auto, en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Fátima Zamora era originaria de Posoltega y desde hacía varios años laboraba como enfermera en la localidad de Camden, en donde vivía con su marido José García, de oficio mecánico, y sus hijos de 21 y 7 años de edad.
La infortunada salió de su casa el lunes a comprar un auto con dos dominicanos, entre ellos su jardinero Carlos Alicea Antonetti, quienes le dijeron que conocían de un lugar donde se realizaba una subasta de carros.
Sin embargo en el trayecto los hombres se desviaron y la llevaron a la localidad de Monroe Township, donde le sellaron los ojos y la boca con cinta adhesiva y después la enterraron viva.
El esposo de Fátima, quien tenía previsto acompañarla a comprar el carro, jamás recibió la llamada de ella para que se reunieran, y al ver que no regresó a casa, junto a sus hijos, creyeron que se había ido con una amiga.
La policía encontró el cadáver semienterrado y arrestó a los dominicanos que confesaron el crimen y les fijaron una fianza de 5 millones de dólares a cada uno.
Berta Justina Estrada Morales y Socorro García, suegra y cuñada de la víctima, quienes habitan en el barrio La Parroquia, de Posoltega, dijeron que la hija mayor de Fátima, decidió sepultar a su madre en Nueva Jersey.