Si alguna vez te has interesado en el mundo de las apuestas deportivas, es probable que hayas escuchado el término «hándicap». Según Bestodds.com, las apuestas con hándicap son comunes en el ámbito deportivo y se definen, en la RAE, como una «desventaja o circunstancia desfavorable». En este artículo, repasamos los dos tipos más comunes.
Hándicap Europeo
El hándicap europeo, a diferencia del asiático, mantiene la posibilidad de empate. Introduce números enteros (+1, +2, -1, -2) al marcador de un equipo, equilibrando encuentros desiguales. Por ejemplo, aplicar un hándicap positivo a un equipo menos favorito reduce el riesgo de la apuesta, permitiendo ganar incluso si pierde por un margen pequeño. Por otro lado, un hándicap negativo aplicado al favorito mejora las cuotas al requerir que ganen por un margen específico.
Cuando nos sumergimos en el hándicap europeo positivo (+), estamos brindando un impulso a un equipo menos favorecido, añadiendo puntos a su marcador. Supongamos un partido de fútbol entre un equipo de la segunda división y uno de la primera. Aplicar un hándicap positivo de +2 al equipo de segunda división implica que, incluso si pierde por un gol, desde el punto de vista de esta práctica, ganaríamos la apuesta. Este enfoque es útil para equilibrar las cuotas en encuentros desiguales.
Por otro lado, el hándicap europeo negativo (-) se aplica al equipo considerado favorito. Al restar puntos de su marcador al inicio del partido, se les exige ganar por un margen mayor para que la apuesta sea exitosa. Por ejemplo, si aplicamos un hándicap negativo de -1 a un equipo que gana 2-0, desde la perspectiva de esta práctica, el resultado sería 1-0, y la apuesta sería exitosa.
Hándicap Asiático
El hándicap asiático ajusta las probabilidades al agregar o restar goles a los equipos. En el de gol entero, no hay decimales, pero en el de medio gol se permiten, creando mercados como -1,5. El hándicap asiático mixto divide la apuesta en dos, brindando flexibilidad estratégica. Este sistema es común en deportes como fútbol, baloncesto, tenis y hockey, especialmente en eventos donde hay un claro favorito. Por ejemplo, en tenis, enfrentar al número 1 contra el número 230 crea cuotas más atractivas mediante esta práctica.
Cuando exploramos el hándicap asiático, encontramos que va más allá de simplemente sumar o restar puntos. En la opción de gol entero, el valor es un número entero, y este sistema es conocido por su capacidad para eliminar la posibilidad de empate. Por ejemplo, si aplicamos un hándicap asiático de -1 a un equipo, necesitarán ganar por al menos dos goles para que la apuesta sea exitosa, eliminando el empate como resultado posible.
La variante de medio gol introduce la opción de decimales, proporcionando mayor flexibilidad. Por ejemplo, si aplicamos un hándicap asiático de -1,5 a un equipo, ganarían la apuesta incluso si ganan por un solo gol, ya que el valor decimal se tiene en cuenta.
El hándicap asiático mixto es un enfoque estratégico que divide la apuesta en dos partes, permitiendo jugar con diferentes hándicaps para el mismo evento. Esta división ofrece a los apostadores una mayor adaptabilidad y opciones estratégicas, especialmente útil en eventos deportivos impredecibles.
Deportes más indicados para este tipo de apuestas
El uso del hándicap es predominante en deportes como fútbol, baloncesto, tenis y hockey. Este recurso se aplica especialmente en eventos donde hay un equipo o jugador ampliamente favorecido sobre su rival. Su utilidad radica en hacer las cuotas competitivas incluso para el favorito, volviendo más atractivas las apuestas.
Las apuestas con hándicap son ideales para situaciones donde hay una clara disparidad entre los contendientes. Por ejemplo, en un partido de fútbol entre un equipo de la liga superior y otro de la liga inferior, las cuotas para el equipo superior podrían ser demasiado bajas para atraer apuestas significativas. Aquí es donde entra en juego esta modalidad, equilibrando las probabilidades al introducir una ventaja ficticia al equipo menos favorecido.