Artistas, familiares y amigos abrazan el trascendente legado de Don Felipe Urrutia

Cientos de familiares, artistas y amigos llegaron durante todo el día y la noche de este sábado hasta la casa de Don Felipe Urrutia, para darle el último adiós y abrazar el importante legado que deja este gran representante del folclor norteño nicaragüense.

La gran familia sandinista se hizo presente hasta la comunidad El Limón, en Estelí, donde el recopilador de la música campesina vivió sus últimos años, y ahora está siendo velado bajo un árbol de laurel de la india, de acuerdo a su voluntad.

Uno de sus hijos mayores, Luis Urrutia, indicó que don Felipe se fue a otro plano de existencia pocos meses antes de cumplir 97 años, siendo un hombre de plenas convicciones sandinistas y un artista de tiempo completo.

«Gracias al partido nosotros tuvimos popularidad y apoyo. A través del Comandante Francisco Rivera tuvimos la oportunidad de acercarnos a la Dirección Nacional del Frente que dirigía el Comandante Daniel Ortega, y luego la compañera Rosario Murillo, quien también nos quiere mucho, nos apoyó grandemente», explicó.

Sostuvo que Don Felipe «como padre, como artista, como sandinsita y como trabajador fue una gran persona. Fue colaborador histórico y militante del Frente Sandinista. Lo voy a recordar eternamente, porque era un hombre muy alegre».

Aseguró que su padre fue un gran forjador de las polkas, mazurcas, valses y jamaquellos norteños; pero también -dijo entre risas- fue el creador de los alegres sobaquellos y los caitellos en esta zona.

«Como hijos supimos comprender que sus valores y su música folclórica siempre fue lo mejor que nos pudo pasar. Nosotros vamos a seguir con lo que mi papá dejó, si Dios nos presta vida», reafirmó Felipe Urrutia.

Muchos de los amigos presentes en la vela de Don Felipe, recordaron su popular pieza ‘La Café Amargo’, una histórica mazurca inspirada durante la Insurrección de Septiembre en Estelí, cuando la dictadura somocista amenazaba con escasear alimentos.

«El azúcar se escaseó, entonces tomábamos café amargo. Un día le sirvieron uno de estos cafecitos amargos a Don Felipe, entonces de aquí él sacó esta hermosa canción», explicó Maritza Hernández, pobladora de la comunidad El Limón de Estelí.

César Delgadillo Urrutia, nieto de Don Felipe, manifestó que recordará a su abuelo como un gran revolucionario y artista, pero además como un gran maestro y trabajador de la tierra.

«Era un campesino. Para nosotros fue un hombre especial, un maestro. Era un abuelo rígido, nos aconsebaja que buscáramos lo bueno. Trabajó en la agricultura, trabajó llevando cargas a León y Managua, y fue ganadero».

Por su parte, el alcalde de Estelí, compañero Francisco Valenzuela, remarcó que Don Felipe tuvo una vida entregada a la cultura, el trabajo y al compartir su conocimiento y talento.

«Don Felipe Urrutia es una referencia y un ícono de la cultura esteliana y nicaragüense. Una persona muy querida y un promotor de la música. Dejó una estela de enseñanzas en sus hijos, en sus nietos, tataranietos y en toda la comunidad», expuso.

Indicó que el gran músico fue merecedor de la Orden Augusto C. Sandino y la Orden Carlos Fonseca Amador, además de ser distinguido como Hijo Dilecto de la ciudad de Estelí.

«El Presidente Daniel y la compañera Rosario estuvieron pendientes permanentemente de su salud, hasta su partida. Nos deja un gran legado Don Felipe Urrutia a todas las familias nicaragüenses», señaló.

Este domingo a la 1:00 de la tarde, el Gobierno Sandinista y la Alcaldía de Estelí estarán rindiéndole un merecido homenaje a Don Felipe; seguidamente (2:00 p.m.) se le hará una Misa de Cuerpo Presente, para luego reposar eternamente en el Cementerio San Francisco de Asís.