Usuarios, funcionarios y trabajadores judiciales de Carazo estrenaron las instalaciones del nuevo complejo judicial de este departamento, habilitado totalmente con el nuevo Modelo de Gestión de Despachos Judiciales.
Previo al inicio de la jornada laboral, el magistrado Carlos Padilla Narváez, presidente del Tribunal de Apelaciones de Masaya, se reunió con los trabajadores judiciales y aconsejó iniciar a laborar con mente y actitud positiva.
En el primer día de labores, en el nuevo edificio de justicia de Carazo ubicado en la carretera Diriamba-Dolores, fueron programadas 29 audiencias, de ellas 22 penales y 7 en materia civil, las cuales cumplieron con las expectativas.
La ingeniera Ángela Fernández, responsable de la División Técnica de Control y Seguimiento de la Dirección General de Gestión de Despachos Judiciales, expresó su agradecimiento a los funcionarios de Carazo, por su disposición a colaborar para implementar correctamente el modelo, que incluyó la habilitación del Sistema Informático Nicarao.
La doctora Marcela Rodríguez, fiscal auxiliar de Carazo, expresó que “es una gran ventaja contar con este nuevo sistema y con mejores condiciones en las salas de audiencias, puesto que anteriormente no podía brindarse la atención requerida a las víctimas porque no había privacidad en las salas”.
Agregó que “el hecho de contar con una sala exclusiva para los testigos y otra para víctimas, permite que los acusados no tengan ningún tipo de contacto visual o verbal con ambos y no haya re-victimización”.
Los usuarios de la Oficina de Recepción y Distribución de Causas y Escritos del nuevo complejo judicial, no tuvieron ningún tipo de contra tiempo en la realización de sus trámites. “La atención fue rápida y ahora solo voy a que me ubiquen en la sala de audiencia”, dijo un usuario.
En el Complejo Judicial de Carazo están ubicados los Juzgados de Distrito Civil y Penal, Juzgados Locales, las oficinas de la Defensoría Pública, de la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos y los Facilitadores Judiciales
También está ubicado el Registro Público de la Propiedad Inmueble y Mercantil, una Clínica Forense y todos los servicios judiciales que estaban funcionando por separado en las ciudades de Jinotepe y Diriamba.