Los hermanos Argüello e Ignacio Celso Lino, Donald Andrés Bruno Arcángel y Dionisio Robint, fueron remitidos a juicio por la Jueza Quinto Distrito Penal de Audiencias de Managua, Nalía Úbeda, por el asesinato de nueve personas ocurrido en el Caribe Norte, el 23 de agosto pasado.
A los procesados se les acusa de asesinato agravado, asesinato frustrado, secuestro simple, y uso y portación de armas restringidas, delitos cometidos en el punto de minería de Kiwakumbay, en el cerro Pukna, ubicado a 50 kilómetros al noroeste del casco urbano del municipio de Bonanza.
De acuerdo al libelo acusatorio, los crímenes fueron perpetrados por al menos 35 delincuentes que portaban armas de fuego y machetes quienes dejaron los cuerpos tirados, algunos degollados, otros con las vísceras de fuera y algunos ejecutados con tiros en la frente.
El grupo armado fue dirigido por los hermanos Arguello e Ignacio Celso Lino, quienes estaban molestos porque su cuñado, Armando Pérez Medina, estaba progresando con la explotación de oro.
Fue así que los hermanos de apellidos Celso Lino, junto a Donald Andrés Bruno Arcángel, y otros sujetos, le ordenaron a Armando Pérez, abandonar la mina, a lo que este se negó.
En el mes de mayo, los hermanos Celso Lino llegaron de nuevo a hacer la exigencia acompañados por Limbor Gemioth Miguel Aveliano, Corino Bruno Simeón, Rodrigo Bruno Arcángel, Ubaldo Miguel Barcio, Dionisio Robint, Marvin Lacayo, Donald Ariel Castro, Andrés Bruno, Junior Bruno, Tatiano Martínez y Tránsito Meza.
Ante la nueva negativa de dejar el punto de extracción de oro, los sujetos y un grupo de hombres consiguieron armas y planificaron los asesinatos.
A las 3 de la tarde del día de la masacre, el grupo llegó hasta el asentamiento donde habitaban las víctimas y empezaron un ataque despiadado, brutal y cruel contra las familias indefensas, indicó la Fiscalía.
Primeramente, los criminales llegaron a la casa de los hermanos Sixto y Borlan Gutiérrez Empra, quienes estaban con Ody James Waldan Salgado, y dispararon de forma indiscriminada.
En ese momento le acertaron cuatro balazos en el rostro a Sixto, quien luego fue degollado por uno de los criminales.
Asimismo, ocho balas destrozaron la cabeza de Borlan, mientras que Ody James, recibió un disparo en el pecho que lo dejó con vida, pero luego el acusado Limbor Gemioth, descubrió que tenía signos vitales y procedió a decapitarlo.
En la misma vivienda estaba escondida Kendelin Gutiérrez Jarquín, quien intentó huir por la parte trasera, pero uno de los hombres armados le disparó con una escopeta en la cabeza.
Posteriormente los asesinos fueron al sector donde estaban trabajando Armando Pérez Medina, Armando Suárez Matamoros, Jhomer Lampzon Pantiing y/o Jasser Retillio Briceño, Víctor Manuel Matamoros Morales, Albert Jairo Hernández Palacios y los rodearon para que no escaparan.
Luego los delincuentes ataron a Albert Hernández y le dieron un tiro en la cabeza, mientras que Arguello Celso, mató a su cuñado Armando Pérez con un disparo en el rostro y el acusado Ignacio Celso, ultimó de un escopetazo en la cabeza a Armando Suárez.
Seguidamente otro de los delincuentes le disparó a Jhomer Lampzon, y luego le dio un machetazo en el abdomen ocasionándole la exposición de sus órganos.
Después, el grupo de hombres trasladó 10 kilómetros montaña adentro a Víctor Manuel Matamoros Morales, Berenice Celso Lino, Katia Jessenia Pérez Celso y a los adolescentes Carlos Zelaya Medina y Edwin Auler Pérez Celso.
Al caer la noche y frente a los menores mataron a machetazos a Víctor Manuel, y los dejaron abandonados en la montaña.