La doctora Alba Luz Ramos, magistrada presidenta de la Corte Suprema de Justicia, destacó este martes que en el país existen muy pocas víctimas de la trata de personas debido a que el Gobierno tiene una política pública de tolerancia cero y le da una gran prioridad a la lucha contra ese delito.
La magistrada abordó el Plan Estratégico contra la Trata de Personas en Nicaragua, señalando que este ha ayudado a mejorar los sistemas de investigación, procesamiento y persecución del delito.
Además, señaló que en el plan se hace mucho énfasis en la sensibilización para la población en general, y que el mismo es la continuación del plan anterior, con las mismas líneas estratégicas pero fortaleciendo algunos puntos.
Entre las instituciones que trabajan en conjunto con este plan están la «Corte Suprema de Justicia, el Ministerio de Gobernación, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de la Familia, Ministerio de la Mujer e instituciones del sector justicia.
Un dato importante que resaltó, es que según Naciones Unidas, en el 2018 a nivel mundial hubo alrededor de 50 mil víctimas de la trata de personas, el 50% de los casos son mujeres y el 38 por ciento niñas.
Agregó que en Nicaragua la incidencia es bastante baja afortunadamente y detalló que el año pasado se registraron siete casos, seis de ellos de explotación sexual y uno de adopción irregular.
“…normalmente hay cero impunidad en estos casos. La ley es fuerte y los juzgados están capacitados para conocer de este tipo de delitos”, dijo la doctora Ramos.
Todas fueron víctimas menores de 14 años. “Uno ya está condenado y los otros se siguen procesando”, agregó.
“La primera línea estratégica está enfocada en la prevención porque prevenir es mejor que luchar directamente cuando ya es tarde, cuando ya se ha cometido el delito”, agregó la doctora Ramos.
Dijo además que la línea 118 de la Policía Nacional y 133 de MIFAMILIA son las que se coordinan y reciben denuncias. Igualmente, señaló que hay mesas distritales para tener ese contacto que permita recibir cualquier tipo de denuncia.
Para concluir, recordó que es importante la comunicación familiar para evitar este tipo de casos en Nicaragua.