La desconfianza o temor de que el protocolo para la prevención y atención contra el acoso sexual y laboral, sea utilizado contra las personas que denuncian estas conductas en el Poder Judicial, deben desaparecer para dar paso a la confianza de que la investigación la realiza “un equipo responsable y serio”.
Así lo expresó la doctora Ada Benicia Vanegas, magistrada de la Sala Penal Especializada en Violencia y de Familia del Tribunal de Apelaciones de Managua.
La magistrada Vanegas sostuvo un encuentro con jueces y servidores públicos del Tribunal de Familia, para clausurar la jornada en conmemoración del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fecha que se realiza desde 1999 por Declaración de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Realizamos la jornada de prevención de la violencia sexual contra mujeres, niños niñas y adolescentes, reafirmando el compromiso del Estado de Nicaragua de continuar la lucha por la erradicación de la violencia en todas sus formas”, planteó la magistrada Vanegas.
Sostuvo que el protocolo resolverá los problemas de acoso sexual y laboral, siempre que la persona afectada pierda el miedo de accionar, aporte las evidencias, denuncie los hechos y pida cuentas de los casos sometidos a conocimiento de la comisión especial.
“Hay que dar un voto de confianza; usemos el protocolo y aportemos la evidencias que demuestren que estamos siendo acosadas sexual o laboralmente”, instó la funcionaria.
El Protocolo para la Prevención y Atención contra el Acoso Sexual y Laboral del Poder Judicial, fue diseñado para prevenir, sancionar y erradicar todas aquellas manifestaciones de violencia en el ámbito laboral.
El próximo año se cumple una década de implementación de la Política de Género del Poder Judicial y por ello se desarrollarán actividades que culminarán el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con un reconocimiento a mujeres que con su trabajo garantizan una respuesta judicial efectiva, brindan un servicio humano y de buen trato a quienes requieren vivir una vida libre de violencia.