A través del sistema de videoconferencia, la doctora Adela Cardoza Bravo, jueza Segundo de Distrito Penal de Juicio de Managua, conocerá mañana viernes 5 de abril los testimonios y peritajes sobre un triple asesinato ocurrido en Alajuela, Costa Rica, por los que se acusan al nicaragüense Moisés Francisco Sándigo Fernández y a otras dos personas.
A través de la fibra óptica, la Fiscalía de Costa Rica conoció el 29 de marzo en el Complejo Judicial Central Managua, los alegatos de apertura del juicio por el asesinato del empresario Geovanny Soto Ruiz, propietario del Hotel Mountain Paradise y sus hijos Juan Mauricio y Enmanuel Soto Soto, ocurridos en febrero del 2013 en San Carlos, Alajuela.
El acusado Moisés Sándigo Fernández estaba circulado por la Interpol a solicitud de las autoridades policiales de Costa Rica, un año después de que fue absuelto en un tribunal de ese país por insuficiencia de pruebas. Sin embargo, con más evidencias, la policía tica requirió nuevamente al nicaragüense, quien al no comparecer ante la justicia fue declarado rebelde.
En este caso, el Ministerio Público de Nicaragua con el apoyo de Costa Rica presentó abundantes pruebas y haciendo uso de la videoconferencia entrevistó a criminalistas de la vecina nación del sur, quienes realizaron las pericias en este caso.
Según la acusación, Sándigo Fernández, en contubernio con otras dos personas, primero secuestró al empresario Geovanny Soto Ruiz, para luego obligarlo a citar a sus dos hijos, quienes posteriormente también fueron sometidos.
Minutos más tarde, el acusado y sus cómplices se dirigieron a la casa de Soto Ruiz con la intención de robar. En este sitio, las víctimas fueron vistas por última vez con vida. Varias horas después los cuerpos del padre y los hijos fueron encontrados asesinados con señales de torturas, en el pueblo La Fortuna, en Alajuela.
El fiscal auxiliar Juan Herlin Jarquín Rosales, señaló que cuenta con suficientes evidencias para demostrar la culpabilidad del acusado, como huellas digitales encontradas en los automóviles robados a las víctimas y en el bus en el que pretendieron entrar al hotel.