La justicia nicaragüense confirmó la sentencia contra un cambista de moneda extranjera quien en tres ocasiones intentó que el Poder Judicial le redujera el monto de la pensión para un hijo con discapacidad, aun cuando él tiene recursos suficientes porque tiene varias fuentes de ingreso.
El Tribunal de Apelaciones fue reafirmó el fallo que la jueza segundo de distrito de Familia, doctora Marlene de Fátima Zamora Zepeda, dictó en enero de este año cuando ordenó que el cambista pague la pensión alimenticia de su hijo a perpetuidad.
El hombre pretendía que el Tribunal le rebajara el monto de la pensión mensual fijada por él en 120 dólares mensuales, a solo 775 córdobas, alegando que su situación económica ha desmejorado; que tiene dos hijos más con discapacidad, que es enfermo crónico y que con la pandemia quedó desempleado.
Sin embargo la jueza Marlene de Fátima Zamora Zepeda conoció que en promedio el consumo de luz de la casa residencial del demandante es de 7,000 córdobas; lo que denota la calidad de vida que lleva y no es congruente con sus argumentos de no tener suficiente dinero.
El hijo del cambista sufre de epilepsia, parálisis cerebral, hemiplejía izquierda y alteraciones en su esfera psíquica desde su niñez; por lo que requiere atenciones y cuidados especiales de por vida.
Un estudio socio económico realizado por el Poder Judicial, demostró que el demandante vive en una zona residencial de Masaya y que los electrodomésticos de su casa son de buena calidad; lo que no coincide con su dicho de que percibe pocos ingresos para asumir la pensión de alimentos.
En el año 2017 la jueza primero de distrito de Familia, doctora María José Arauz, también rechazó la solicitud del cambista de rebajar los 120 dólares que el juzgado séptimo de distrito de Familia validó al ratificar el acuerdo que él suscribió con la madre de su hijo, hoy de 38 años, quien trabaja como costurera, además de brindarle cuidados especiales desde que nació.
Durante el proceso la jueza Arauz determinó que no es cierto que el tacaño sujeto solo gana 6 mil córdobas al mes como cambista, y que si así fuese no podría haber comprado una camioneta del año en el 2014, cuando también hizo el acuerdo de pago de la pensión.
Además el hombre es dueño de un puesto de carne y otro de ropa usada en Masaya, donde labora como cambista y prestamista, por tanto cuenta con ingresos suficientes para cubrir su obligación alimentaria.