A 30 años de prisión fueron condenados cuatro de los involucrados en el asesinato del señor Paul de la Trinidad Hernández Rocha, de 60 años, cometido en la entrada a su finca en el reparto Fátima, de San Marcos, Carazo, la noche del 24 de abril del 2023.
El juez Félix Salmerón, del juzgado Quinto de Distrito Penal de Juicio de Managua, condenó a Fabricio López Corea, por el delito de asesinato agravado, ya que fue el pistolero contratado para dispararle mortalmente al señor Hernández Rocha.
En tanto como cooperadores necesarios del delito de asesinato agravado, fueron condenados, Angélica Hernández Arteaga, Christopher Santamaría Hernández y Katherine Osorio Moreno.
Por el crimen aún falta por ser procesada Verónica María Silva Bravo, esposa del finado Paul Hernández Rocha, quien es señalada de planificar el asesinato, tras el cual se dio a la fuga y es buscada en otros países por la INTERPOL.
Durante el juicio de los otros imputados, se reveló que Verónica Silva fue quien pagó por el crimen de su marido, para luego de su muerte, convertirse en la única dueña de la finca que la víctima había comprado recientemente en San Marcos.
Así ocurrió
Angélica Hernández Arteaga, sobrina de don Paul fue una de las principales colaboradoras y quien indujo a Verónica Silva a cometer el crimen de su esposo.
«Quítale todo y hace lo que tenes que hacer lo más pronto», decía un mensaje que Angélica le envió a su tía política el 26 de febrero del 2023, y en el cual también le expresaba «cero contemplaciones ni miedo; usted es fuerte esa lacra ya no te va a joder más».
Para ejecutar el plan, Verónica buscó a su sobrina Katherine Osorio, para que buscara a personas que mataran a don Paul por la suma de 4 mil dólares.
Pero al no conseguir a nadie para que ejecutara el plan, Katherine buscó a Christopher Santamaría Hernández, cónyuge de Angélica, para que se encargara de buscar a la persona que privaría de la vida a la víctima.
Christopher de inmediato cumplió con la misión de buscar al gatillero, y encontró a Fabricio López Corea.
Al no encontrar más personas, ellos mismos se encargaron de ejecutar el plan la noche del 24 de abril cuando la víctima regresaba de Managua a su casa en San Marcos, en compañía de su esposa y Katherine, la sobrina de ella.
Los tres viajaban en una camioneta Toyota Hilux color rojo placas M 387- 939, que era conducida por Verónica.
Como parte del plan, Christopher, su cónyuge Angélica, y Francisco López Corea, dieron persecución a la camioneta a bordo de un vehículo color negro, que habían rentado desde dos semanas antes.
Desde la camioneta, la propia Verónica y su sobrina se encargaban darles la ubicación constantemente a sus compinches a través de mensajes que enviaban por teléfono.
Al llegar a la casa, don Paul salió de la camioneta para abrir el portón e ingresar y en ese instante López Corea, bajó del otro vehículo que era conducido por Christopher y con una pistola Makarov, calibre 9 milímetros lo mató de 4 balazos cuando estaba de espaldas.
Posteriormente huyeron en dirección a Managua y Verónica María Silva Bravo intentó hacer creer que se trató de un asalto, pero en las investigaciones se descubrió que ella misma había planificado el asesinato.