Karina Acevedo y Gema Orozco, dos de las testigos de la fiscalía, quienes también son estilistas, coincidieron al declarar que Kelvin Rivas les había manifestado desde septiembre del 2015, que sentía temor por “El Gringo”, quien habitaba en el mismo lugar.
Ambos estilistas manifestaron que “El Gringo” había amenazado a Kelvin Rivas en varias ocasiones, luego que le reclamó por la pérdida de varios pantalones.
Por su parte la obrera del volante, Irela Cortez González, declaró en el inicio del juicio, que la víctima, Kelvin Yovany Rivas, también le había manifestado en varias ocasiones su temor por “El Gringo”.
La fiscalía indicó que el día de los hechos, “El Gringo” llegó al cuarto de Kelvin, quien lo hizo pasar y le propuso sostener relaciones sexuales para lo cual e puso boca abajo. Eso fue aprovechado por el sujeto para estrellarlo de cabeza contra la pared, luego lo ahorcó usando la funda de una almohada y el cuerpo lo dejó a orillas de la cama.
Posteriormente “El Gringo”, robó un celular de 300 dólares, el cual vendió al sujeto José Canales en 800 córdobas.