El zoológico sueco Borås Djurpark admitió públicamente haber sacrificado a cuatro saludables cachorros de León porque se estaban volviendo muy grandes y no tenían lugar donde criarlos.
Lo peor del caso es que los leones fueron brutalmente asesinados entre el año 2012 y 2018 porque no podían trasladarlos ni venderlos ya que eran demasiados enormes, según reveló durante una entrevista televisiva su gerente general Bo Kjellson.
Los cachorros asesinados se llamaban Potter, Weasley, Simba, Rafiki, Nala, Sarabi, Kiara, Kovu y Banzai y cuatro de ellos fueron ultimados en el año 2013 justo cuando cumplieron un año de vida.