La última erupción del volcán, que puede alargarse durante días e incluso semanas, comenzó el lunes por la tarde.
Desde la ciudad de Catania y la localidad turística de Taormina podían verse enormes fuentes de lava naranja subiendo hacia el cielo.
Aunque las nubes de ceniza volcánica pueden causar interrupciones en el tráfico aéreo, el aeropuerto de Catania operaba hoy con total normalidad.
La erupción no supone un peligro para las localidades a los pies del monte.