Un vigilante dibujó ojitos en una costosa pintura que estaba en un museo de en el Centro Yeltsin, en la ciudad de Ekaterimburgo, en Rusia.
Según el hombre, decidió pintar el cuadro porque estaba “aburrido” en su primer día de trabajo.
El vigilante dibujó ojos con un bolígrafo en una obra de arte que data del año 1932. Con su actuar, estropeó el lienzo, pues alcanzó a penetrar la segunda capa.
Unos visitantes de la exposición, llamada ‘El mundo como no objetividad’, a la que pertenecía la obra, fueron los que se percataron del error de la pintura e informaron a las directivas.
Según indicaron medios de comunicación, cuando se conoció que el hombre estaba involucrado en el daño del lienzo, fue despedido de la empresa de seguridad local a la que servía.
La compañía tuvo que asumir el costo del arreglo de la obra de arte, la cual fue enviada a un centro de restauración en Moscú.