Un verdadero tsunami de basura proveniente de Guatemala esta inundando las playas de Honduras, causando severos daños a la industria pesquera y el turismo en ese vecino país.
La basura recorre un tramo de 487 kilómetros, atravesando 14 departamento y 90 municipios, hasta terminar infestando las playas de Omoa, en el norte de Honduras.
El río Motagua arrastra los desechos en su mayoría desde Guatemala, ya que su curso atraviesa gran parte de ese país y terminan lamentablemente sobre el océano.
Esta terrible situación medio ambiental se ha visto acelerada por las intensa temporada de lluvias y la actividad ciclónica que ha sido abundante en nuestros trópicos.
Este año ha sido muy nocivo para combatir este problema de forma conjunta entre las autoridades de ambos países, especialmente por las afectaciones causadas por la pandemia del coronavirus.
Un reportaje publicado en Guatemala calcula que tan sólo en el año 2020 se han recogido 100 toneladas de basura de este río, el equivalente para llenar 5 campos de fútbol.
Hay que añadir que las biobardas y una barda industrial instaladas sobre el río se encuentran en mal estado y su capacidad ha sido superada por la excesiva cantidad de basura arrastrada por sus aguas.
Varios expertos ambientales hondureños han advertido que con los desechos sólidos también han llegado unas algas llamadas sargazo, la cuales en altas concentraciones matan la vegetación y la fauna marina a lo largo de las costas.