La autopsia reveló que el detenido murió por homicidio causado por una restricción forzosa que agravó la insuficiencia cardíaca que padecía.
El video del fallecimiento de un hombre de raza negra como resultado del uso de pistolas de electrochoque durante su arresto en el estado estadounidense de Texas ha salido a la luz esta semana.
El suceso tuvo lugar en marzo de 2019, cuando Javier Ambler II, de 40 años, estaba de camino a su casa en la ciudad de Killeen y una patrulla le ordenó detenerse por no apagar las luces largas. El conductor desobedeció la orden y así comenzó un persecución que duró casi media hora y fue filmada por el equipo del programa de televisión Live PD.
Cuando Ambler se detuvo, salió de su vehículo siguiendo las órdenes del agente J.J. Johnson, pero no se tumbó inmediatamente en el suelo, tras lo cual recibió una descarga con una pistola eléctrica. Ambler cayó sobre una rodilla y trató de levantarse, momento en que fue disparado con un táser por otro policía. Más tarde, cuando se resistió a que le pusieran las esposas, recibió una tercera descarga.
«Señor, tengo insuficiencia cardíaca congestiva, no puedo respirar», se oye entonces a Ambler decir a los agentes. Pese a su pedido, los oficiales le disparan con el táser por cuarta y última vez.
Los policías lograron finalmente esposar a Ambler, que perdió el conocimiento. Los agentes notaron que no daba señales de vida e intentaron reanimarle hasta la llegada de los médicos. Su muerte fue confirmada posteriormente en un hospital.