Una persona murió al caer sobre su humanidad un árbol, producto de la tormenta Eunice que azota Reino Unido con vientos de 195 kilómetros por hora.
“Insto a todos los londinenses a que se queden en casa, no corran riesgos y no viajen a menos que sea absolutamente esencial”, afirmó el alcalde Sadiq Khan.
Dominando la ciudad desde la orilla sur del río Támesis, donde las ráfagas soplaban con fuerza, el London Eye, la noria más alta de Europa y la tercera mayor del mundo con sus 135 metros de altura, permaneció cerrada por “la seguridad de los visitantes”.