El tifón Usagi tocó tierra este jueves en el norte de Filipinas, impactando la provincia de Cagayan con ráfagas de viento de hasta 240 km/h.
A pesar de haber sido clasificado inicialmente como un supertifón, Usagi se debilitó antes de su llegada a tierra, convirtiéndose en un tifón con vientos sostenidos de 175 km/h. Las autoridades de Cagayan han ordenado evacuaciones forzosas en áreas de riesgo, ante la amenaza de inundaciones y deslizamientos de tierra.
Este evento meteorológico se convierte en la quinta tormenta consecutiva que golpea Filipinas en menos de un mes, tras el paso de los tifones Trami, Kong-Rey, Yinxing y Toraji, que causaron decenas de muertes y más de 200,000 afectados en todo el norte del país. Aunque las últimas tormentas no dejaron víctimas mortales, las autoridades continúan evaluando los daños y realizando evacuaciones preventivas.
Además, Filipinas se prepara para la llegada de otra tormenta tropical, Man-Yi, que podría intensificarse en las próximas horas y tocar tierra en el norte del país este fin de semana. Las autoridades están en alerta y monitorean de cerca el desarrollo de este nuevo fenómeno climático, que podría convertirse en un tifón.