El estado de Texas tiene previsto ejecutar este miércoles con inyección letal a John Henry Ramírez, un latino de 38 años, por un asesinato ocurrido en 2004, y un pastor lo acompañara, por orden de la Corte Suprema de Estados Unidos.
El condenado recibirá la inyección letal acompañado del pastor Dana Moore quien, dentro de la cámara de muerte, le sostendrá la mano y orará en voz alta durante «el momento más estresante y difícil de su vida».
John Henry Ramírez fue condenado a muerte por apuñalar 29 veces al empleado de un mercado en 2004, luego de un pedido que llegó a la Corte Suprema y retrasó la ejecución, programada para septiembre.
Será la primera vez que Moore y Ramírez tendrán contacto físico en los cinco años que se conocen, pues solo han conversado a través del cristal plástico en las múltiples visitas que el pastor ha hecho para verlo en el corredor de la muerte.
«Nuestra sociedad sería mucho mejor si se le permitiera vivir a John», dijo el pastor en una entrevista, aún rechazando la muerte inminente de quien se convirtió en su amigo y pupilo de congregación.