A 26 subió la cantidad de muertos durante un motín ocurrido el pasado sábado en la prisión brasileña de Alcacuz, el cual duró hasta el amanecer del día siguiente.
Los forenses reportaron que la mayoría de las víctimas fueron decapitadas o sus partes fueron mutiladas. La mayoría de ellos fueron lanzados en una zanja.
Se cree que los disturbios comenzaron cuando los miembros de la mayor pandilla de Brasil atacaron a sus rivales, quienes están recluidos en distintas alas.