Un joven de 20 años de edad, oriundo de Kazajastán, fue sorprendido por un grupo de jóvenes mientras destazaba a un pobre perro de la raza Husky en un parque de la ciudad rusa de Chelyabinsk, con la intención de vender su carne en un mercado cercano.
Fue un grupo de chavalos que notaron como el hombre identificado únicamente como Nikolay transportaba el cuerpo del perro dentro de una bolsa y le tomaron fotos mientras procedía a despellejarlo tranquilamente en una parte solitaria del parque; luego llamaron a la policía quienes procedieron a arrestarlo por el delito de crueldad animal.
El mismo joven, que además es inmigrante ilegal, confesó que utilizó un alambre para estrangular al pobre perro y que le habían dado el animal en pago por un servicio prestado.
Sin embargo grupo defensores de animales señalaron que este joven ha asesinado a decenas de perros para vender su carne ilegalmente.