El costarricense Jorge Rodríguez aún no sale del asombro y la indignación luego de saber que un enfermero fingió que vacunaba a su papá, un anciano de 82 años identificado como Elías Rodríguez.
“Yo pedí que me dejaran acompañarlo porque aunque él está completamente lúcido tiene problemas de audición y necesitaba que yo le explicara lo que tenía que hacer y por dicha me lo permitieron.
“Cuando lo llamaron para ponerle la vacuna saqué el celular y tomé un video, lo hice porque meses atrás unas sobrinas habían pasado videos de casos en países como Brasil y México en los que se veía que hacían la mímica de que vacunaban gente, pero en realidad no lo hacían”, dijo Jorge.
“Cuando tomé el video no me di cuenta de que no le habían puesto la vacuna a mi papá porque todo fue muy rápido, fue hasta después cuando mandé el video a un grupo familiar que mi hermano se percató y me alertó”, contó.
“Me acerqué al hombre que supuestamente había vacunado a mi papá y le dije que no le había aplicado el medicamento y él me contestó que sí lo había hecho, le puse el video varias veces y él me decía: ‘sí, sí, sí, yo se la puse, ahí se ve’, pero está más que claro que no lo hizo”, relató.
Según el denunciante, otra cosa que también le llamó la atención es que el enfermero le dijo a su papá que se sentara 5 minutos, para esperar reacciones, cuando normalmente los pacientes vacunados esperan hasta 30 minutos.
La situación ha causado mucha desconfianza en la población, pues se preguntan a cuántos ancianos les habrán hecho lo mismo.
Otra pregunta que surge ahora es a las manos de quién o quiénes van a parar las vacunas que no aplican y las que aproximadamente están valoradas en 40 dólares.
Supuestamente el caso está siendo investigado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), pero será muy difícil saber la cantidad exacta de vacunas que en realidad fueron aplicadas y las que solo fueron mímica.